Luego de casi tres meses, el juicio contra Oskar Groening, el “contador de Auschwitz”, ha llegado a su fin. El tribunal de Lueneburg determinó que este alemán de 94 años es culpable de haber colaborado en el asesinato indiscriminado de más de 300 mil judíos en Auschwitz; su castigo será cuatro años de prisión…
En el campo de concentración de Auschwitz Oskar Groening clasificaba los documentos bancarios de los judíos que llegaban en trenes. De esta forma tan tajante se pone fin a un proceso que comenzó a finales de abril y que se basó en las acusaciones de 55 supervivientes y parientes de víctimas.
Oskar Groening no mató a nadie mientras trabajó en el campo de concentración en la Polonia ocupada por los Nazis, pero los fiscales argumentaron que el clasificar documentos bancarios de judíos ayudó al régimen responsable de genocidio.
Groening admitió culpa moral, pero dijo que era el tribunal el que debía decidir si era legalmente culpable. Dijo que sólo podía pedir perdón a Dios, ya que no tenía derecho de hacerlo con las víctimas del Holocausto.
Durante el tiempo que pasó en Auschwitz, el trabajo de Groening fue recoger las pertenencias (desde maletas, cheques, hasta muelas de oro) que les robaban a los reos después de llegar al campo y de haber sido colocados en el proceso de selección que llevó a muchos de ellos directamente a las cámaras de gas.
Groening, que entonces tenía 21 años, y que además admitió que fue un entusiasta Nazi cuando fue enviado a trabajar al campo de concentración en 1942, registró equipajes y contó documentos bancarios que luego envió a las oficinas de la SS en Berlín, donde contribuyeron a financiar a los Nazis en la guerra.
“Para mí está fuera de toda duda que soy moralmente cómplice (…) Yo vi las cámaras de gas y los crematorios”.
– Oskar Groening
El “contador de Auschwitz” sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y después de los juicios de Nuremberg fue acusado oficialmente por un tribunal. Sin embargo el caso se cerró en 1985 (como el de tantos otros oficiales germanos de la época) y hubo que esperar hasta hace unos meses para que una acusación particular interpusiera una denuncia contra él.
Manifestantes esperaron afuera de la corte en Lunenburg con una pancarta que decía “Justicia para las víctimas de Auschwitz”. Este miembro de las SS podría ser uno de los últimos en ser enjuiciados, pues debido a la avanzada edad muchos oficiales germanos dejan este mundo sin ser juzgados.
Oskar Groening pidió perdón a las víctimas del Holocausto por el horror nazi, e incluso se levantó de su silla de ruedas para abrazar a una superviviente que había acudido a la sala.
De esta forma se castiga a uno de los pocos oficiales de las temibles SS (las tropas más ideologizadas de Adolf Hitler) que participaron en la Solución final, el plan del Führer para acabar de forma masiva con los judíos europeos y con otras minorías.