Mucho se ha dicho acerca de la identidad de uno de los asesinos seriales más famosos de la historia: Jack El Destripador. Fueron varios los sospechosos, desde el hijo de un cirujano, un médico ruso o el príncipe Alberto Víctor, hijo del rey Eduardo VII.
Ahora, más de 100 años después de los cinco asesinatos de mujeres de clase baja en el barrio Whitechapel de Londres, se cree haber dado con la identidad del criminal serial más popular y misterioso de la historia.
Un grupo de investigadores analizó un diario del año 1888, son las memorias de James Maybrick, un mercader de algodón de Liverpool que en nueve mil palabras describió los asesinatos de cinco mujeres en Whitechapel y de una prostituta en Manchester.
La memoria termina con la siguiente declaración:
Doy el nombre por el que todos me conocen, para que la historia pueda saber lo que el amor hace con un caballero. Verdaderamente, Jack El Destripador.
De ser cierto, esta sería la cara de James Maybrick, el asesino serial:
El diario fue encontrado y publicado en 1993 y hasta la fecha se ha dudado de su autenticidad, pero tras el estudio liderado por Bruce Robinson (escritor de cine e investigador) se confirmó que el texto era real.
El diario salió a la luz gracias a un vendedor de antigüedades, Mike Barret, que afirmó que el documento llegó a sus manos por Tony Devereux, un amigo de su familia. Este último murió antes de que se le pudiera interrogar sobre la procedencia del texto.
En torno al origen de las memorias hay muchas interrogantes, pues el escritor que publicó el texto, Robert Smith (no el de The Cure), que también se integró en la investigación, desmiente los argumentos de Barret, diciendo que el documento no fue entregado por Devereux sino por tres trabajadores de la empresa eléctrica Portus & Rhodes Ltd.
Ellos trabajaron en la renovación de una propiedad en Merseyside, Liverpool, en donde había vivido Maybrick, el supuesto Jack El Destripador, y que perteneció a Barret durante los noventa.
El documento llegó así a las manos de Barret, que es todo un personaje, pues primero buscó a una casa editorial para publicar el documento como prueba de la identidad de Jack El Destripador, pero luego, en 1995, mencionó en una declaración jurídica que él fue escritor de dichas memorias.
Según Smith:
Cuando surgió el diario, Mike Barret se negó a dar ninguna explicación satisfactoria de la procedencia del mismo, pero después de una investigación, liderada por Bruce Robinson, ahora podemos demostrar que el rastro conduce directamente a la casa de Maybrick.
Sin embargo, Smith considera que es muy poco probable que Barret haya sido capaz de hacer una falsificación tan exacta y, sobre todo, detallada de los crímenes cometidos por El Destripador.
Smith siempre ha sostenido que el diario es original y que se escribió por la mano de James Maybrick entre 1888 y 1889, pues fue encontrado en la habitación en donde murió este personaje:
De ahí se deduce que James Maybrick es su autor. Ahora tiene que ser el sospechoso principal, pero los esclarecimientos sobre la identidad de Jack El Destripador pueden durar un siglo por lo menos.
Si fue Maybrick o no, es algo que aún no se ha determinado, quizás nunca lleguemos a dar con el verdadero rostro detrás del asesino más misterioso de todos los tiempos.