Por un tiempo, los objetos voladores no identificados (ovnis) se apropiaron de titulares, charlas por televisión y especiales documentales que buscaban esclarecer el misterio de los “platillos voladores” (si no me creen, pregúntenle a Jaime Maussan). Luego, gradualmente, estos se fueron convirtiendo en tema objeto de ridículo y desprestigio, en gran parte debido al ninguneo del fenómeno por parte de los gobiernos, en especial el estadounidense.
Con la reciente admisión de la existencia de ovnis por parte de ramas oficiales del gobierno de nuestro vecino del norte, tenemos sus primeras declaraciones desde las famosas audiencias de Gerald Ford acerca del fenómeno, ocurridas allá por 1966. Hasta ahora no había vuelto a haber un acercamiento público oficial al tema.
Discusión abierta
¿Qué podría ocasionar que se formara un esfuerzo concertado para tratar un tema tan incómodo como el de los ovnis en el congreso estadounidense? Aparentemente, el catalizador para la discusión ha sido la documentación, desde 2004, de casi un centenar y medio de incidentes que involucran fenómenos aéreos no identificados (UAPs, por sus siglas en inglés, nueva designación de los ovnis).
Además, la Ley de Autorización de la Defensa Nacional exige a los militares, desde hace casi medio año, la creación de una oficina permanente para recabar y estudiar los UAPs y también un informe anual del asunto, así como sesiones informativas semestrales para el Congreso de los Estados Unidos.
Inicia la audiencia
Claramente, las autoridades quieren alejarse del clásico término “ovni” y se empeñan en emplear “UAP” (que no es lo mismo pero es igual) para referirse a sus esfuerzos de explicar a su pueblo qué demonios son esos más de cien objetos que sobrevuelan su espacio aéreo. Eso sí, sin importar su designación, llegaron decididos a tomarlos en serio.
Entre evidencias en video y testimonios desclasificados, se llevó a cabo la discusión sobre los objetos desplazándose por el espacio aéreo de modos increíbles que superan a la tecnología convencional. El congresista Andre Carson abrió la audiencia con: “Los UAPs no tienen explicación, ciertamente, pero son reales”.
¿Removiendo el estigma?
En distintos medios de comunicación se ha hablado sobre la importancia de retirar el “ridículo” y la censura de facto que el tema de los ovnis ha sufrido crónicamente. El hecho de que autoridades estadounidenses lo aborden con seriedad y apertura es considerado un paso enorme para los estudiosos del fenómeno.
Existe mucho que aprender en cuanto a los UAPs, pero una cosa es segura, la población estadounidense merece completa transparencia al respecto (…) el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes (@HouseIntel) permitirá al público escuchar directamente de los expertos aquello que tienen que decir sobre uno de los grandes misterios de nuestro tiempo.
– Adam Schiff, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, por Twitter
Amenaza de seguridad
Por supuesto que las audiencias no quisieron abordar el tema de los UAPs desde un punto de vista de la investigación científica de vida extraterrestre, sino que se justificó con el altamente patriótico y razonable propósito de aumentar la seguridad en el país frente a la tecnología de sus “adversarios”.
La audiencia se desarrolló en dos etapas distintas: una parte por la mañana, que estuvo abierta al público, donde se revelaron someramente avances de la investigación por parte del subsecretario de defensa Ronald Moultrie y del director delegado de inteligencia naval, Scott Bray, y otra parte por la tarde, a puertas cerradas.
Cuatro posibles explicaciones
Según el comité, las cuatro posibles explicaciones para los ovnis podían ser: 1. No fueran nada (errores de instrumental o de los sentidos); 2. Nuevos sistemas armamentísticos desarrollados por sus adversarios; 3. Tecnología doméstica clasificada; 4. Objetos de origen extraterrestre (¿Por qué no?).
Las opciones de descubrimiento de tecnología doméstica y el de errores fueron rápidamente descartadas por Bray. Sin negar que la explicación extraterrestre fuera una posibilidad, la razón que más interesó al comité fue la de fuerzas extranjeras supervisando su espacio aéreo, lo cual, según Moultrie, “tendría que ser detenido de inmediato” en caso de ser cierto.