La verdad, confundir a Homero Simpson con Homero, el poeta griego que cantó el asedio de los aqueos a los troyanos en la Ilíada y las aventuras de Ulises en la Odisea, es un error que muchos de nosotros cometeríamos con gusto. Seguramente, de haber escuchado la respuesta de este hombre británico, Homero, aparte de ciego, también hubiera quedado sordo.
Todo ocurrió en el programa de la televisión inglesa llamado Tipping point, un show en el que tres participantes deben contestar preguntas sobre cultura general para ganar dinero y en el que a menudo suelen aparecer cuestiones relacionadas con Los Simpson. Pero este hombre se pasó de rosquilla cuando se le preguntó acerca de una bebida que Homero menciona en la Ilíada:
En sus poemas épicos, Homero se refiere al mundo como el néctar de una bebida de los dioses y, ¿a cuál sustancia como su alimento?
Ante esta pregunta, el concursante respondió muy al estilo de Homero Simpson diciendo “Yo pienso que nos gustan las rosquillas, creo que me iré por rosquillas”. Al escuchar la respuesta del participante, el conductor hizo un esfuerzo titánico para contener la risa y preguntó a una segunda participante sobre la pertinencia de la respuesta de su compañero, a lo que la concursante de nombre Lindsay dijo que ella también habría contestado que se trataba de rosquillas.
Aunque la reacción del conductor no tiene precio y el fallo es cómico, la verdad es que no lo culpamos por semejante error, ya que en la treceava temporada de Los Simpson, en el capítulo titulado “Cuentos del dominio público”, Homero encuentra un libro con la historia de su tocayo y esta es imaginada como si él fuera Odiseo.
El episodio es cómico desde el principio, pues el Odiseo de Homero es un hombre astuto y Homero Simpson, pues es Homero Simpson. En este capítulo, Barney es Dionisio o Baco, dios del vino, Quimby es Zeus y el capitán Horatio MccAllister es Poseidón. Por cierto, la respuesta a la pregunta, que el concursante falló de manera tan épica como la Ilíada, era Ambrosía, bebida que estaba hecha de la propia sangre de los dioses: el icor.