Las tensiones entre la Unión Europea (UE), Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Washington y Rusia siguen creciendo. El motivo es la presencia militar de ambos bandos en la frontera con Ucrania, país en el que Estados Unidos, por medio y justificación de sus organismos internacionales, ha decidido convertirse en puesto estratégico, lo que ha causado la molestia de los rusos, que también planeaban hacer lo mismo en su lado de la nación ucraniana.
Desde el bloque aliado entre Europa y Estados Unidos, el argumento es que Rusia quiere apoderarse de Ucrania, para lo cual ha desplegado a más de 100 000 tropas a la frontera, pero el Kremlin, Vladimir Putin, argumenta que solo responden al inminente avance militar que Estados Unidos lleva a cabo del otro lado de su frontera.
El principal motivo del conflicto es la competencia por el territorio. En 2014, Rusia hizo una avanzada donde se anexó Crimea. Además, apoya a varios grupos separatistas, lo que no se ve con buenos ojos ante Estados Unidos y la UE, que intentan seducir a Ucrania para entrar al bloque occidental.
El gobierno ruso exige que Ucrania no participe en la política occidental y que se prohíba la entrada del país al bloque de Estados Unidos. Además, se pide que la OTAN retire sus fuerzas de los demás países bálticos. Aunque los rusos han dicho que no tienen ninguna intención de invadir Ucrania, Estados Unidos cree que en cualquier momento podrían hacerlo. ¿A quién creerle?
Según diversos medios, las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos no avanzan de buena manera, pues el país americano asegura que es imposible echar para atrás la anexión de Ucrania al bloque occidental, por lo que, para ellos, Vladimir Putin solo estaría esperando el momento adecuado para comenzar los conflictos:
Es casi seguro que el Kremlin entiende que EEUU y sus aliados de la OTAN nunca accederán a estas demandas. Si se conformará con menos y reducirá las tensiones es una pregunta abierta. Washington espera que un conjunto de compromisos mutuos… y la prohibición de despliegue de ciertos sistemas de armas en la frontera entre OTAN y Rusia persuada a Moscú en la crisis actual. Sin embargo, hasta ahora, las conversaciones no han confirmado esas esperanzas.
Además, el tono del mandatario estadounidense ha subido y ha dicho que si Rusia decide dar un paso en falso, habrá consecuencias y castigos nunca antes vistos para la administración rusa. Sin embargo, las amenazas internacionales no parecen preocupar a Rusia, como ya lo ha demostrado en múltiples ocasiones.
No ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán si se mueve. El costo de entrar en Ucrania en términos de pérdida de vidas para los rusos va a ser pesado, va a ser real.
Tal parece que si se desata un conflicto, como siempre, quienes sufrirán las verdaderas consecuencias serán los habitantes de los países y territorios que siempre quedan en medio de disputas entre Rusia y Estados Unidos, como es el caso de Ucrania.
Mientras tanto, Velodímir Zelenski, el presidente ucraniano, se posiciona abiertamente contra el Kremlin y agradece el apoyo de Estados Unidos para conseguir y consolidar su independencia, palabras que no han hecho más que aumentar el disgusto de Rusia, quien no ve en las afinidades políticas de Ucrania nada más que una intervención militar de Washington.
Ambos países se encuentran en pláticas francas, sus diplomáticos se han reunido en Ginebra, pero no ven una verdadera solución por vías no hostiles. Desde Washington dicen que Putin solo busca un pretexto estilo Watchman, en el que supuestamente agentes rusos disfrazados de ucranianos comenzarían las agresiones:
Va a preparar el terreno para tener la opción de inventar un pretexto para la invasión.
La verdad es que esas estrategias parecen ser más el bien reconocido estilo de Estados Unidos, pero es innegable el interés que Rusia tiene sobre el territorio ucraniano. De darse un conflicto se prevé que las economías se vean afectadas, sobre todo en la cuestión del gas, del cual Rusia es proveedor de la UE, que experimentaría una alza en los precios y hasta desabasto.
Todavía no se sabe qué podría pasar, algunos creen que el ataque ruso no se ve claro, ya que una acción hostil no tendría el apoyo popular. Por otro lado, Zelenski ha pedido a su pueblo guardar la calma, pues por el temor, la economía local y la inversión extranjera se está viendo afectada. Además, pidió confiar en las negociaciones diplomáticas, pero también ha dicho que Ucrania se encuentra preparada para lo peor.
Por otra parte, Joe Biden ve poco probables las represalias rusas en cuestiones energéticas, pues asegura que si deja de vender gas a Europa, se quedaría sin un ingreso que representa el 45 por ciento de ganancias en su economía. Vaya a saber quién se encuentra blufeando, si Rusia o Estados Unidos, pero parece que un conflicto de consecuencias desastrosas está a la vuelta de la esquina.