Cuando el fin de semana se acerca, la sed de la mala se hace presente y solo se puede satisfacer yendo con los amigos a tomar una cerveza bien helada y algunos tragos. No lo digo yo, lo dicen los expertos. Pero debes tener cuidado a dónde vas a brindar y qué te sirven en el tarro, porque puedes terminar como este hombre que le dieron gato por liebre, pues al comprar cerveza barata, fue estafado con botellas llenas de orina.
Óscar Cantero, de 32 años, es comerciante y tiene un bar en el centro de la ciudad de San Lorenzo, Paraguay. Un día como cualquier otro, tres jóvenes se acercaron a su local a bordo de un taxi y le ofrecieron cajas de “cerveza importada”. Los sujetos se estaban haciendo pasar por distribuidores y dijeron que era un sobrante del reparto, por lo que le ofrecieron las cajas de cerveza a un precio demasiado barato para negarse. Incluso le dijeron que le podían dar una factura legal.
El empresario sabía que no podría dejar pasar la oferta, pues de 17 dólares, que es el precio de mercado, los hombres le ofrecían el producto a solo 13 dólares. Sin embargo, Óscar no tenía dinero suficiente y no compró las cervezas ese día, sino hasta el siguiente. La tentadora oferta le hacía querer aprovecharlas en su venta, pero terminó solo adquiriendo tres cajas para probar. Al final, los vendedores no le dieron factura, porque tenían prisa y se fueron.
Las tapas de las batallas estaban un poco dañadas, pero a Óscar no le importó y se quedó con su ganga. Incluso sirvió algunas de las cervezas en su bar, pero los clientes comenzaron a quejarse por el extraño sabor de la cerveza. Cuando las vieron más de cerca, se dieron cuenta que algunas eran agua con detergente, no tenían gas y otras más contenían orina. Al abrirlas, el olor impregnó todo el local.
Óscar no fue el único afectado. Mariano Rejala, quien es responsable de una tienda de conveniencia en el barrio de Santo Domingo, en Areguá, fue estafado por las mismas personas, pero los vendedores lograron vender seis cajas. El comerciante no se dio cuenta hasta que las probó. A pesar de haber sido estafados, ninguno de los dos afectados presentó una denuncia por no contar con una factura legal.
Un video comenzó a circular por redes sociales, en donde uno de los afectados comparte las botellas que compró y cómo las van tirando por el lavaplatos. Advierte a otras personas no comprar cerveza de extraños, ya que este puede ser detergente con colorante. De la misma manera, se expuso como víctima al ser timada por los supuestos vendedores. Explica cómo hay que prevenir porque “lo barato sale caro”.