Cuando se trata de comida, no cabe duda que lo que nos gustaría escuchar es que lo que más nos gusta o lo que consumimos más es lo mejor para nuestro cuerpo, pero realmente eso no sucede tanto como quisiéramos.
Alto ahí, no te desanimes, hoy es un día diferente, puesto que traemos noticias que alegrarán tu estómago y aumentarán tu apetito, debido a que un estudio reciente encontró que comer alimentos como: carne, queso y mantequilla, son el secreto para una vida más larga, al contrario de lo que se creía sobre las dietas bajas en grasa.
Esta maravillosa investigación fue llevada a cabo por parte miembros de la Universidad McMaster, en Hamilton, Canadá, quienes estudiaron a 135 mil adultos y encontraron que los que evitaban las grasas tienen un promedio de vida mucho más corto que los que disfrutan de la mantequilla, queso y carnes.
Las investigaciones, curiosamente encontraron que las dietas bajas en grasas podrían aumentar el riesgo de una muerte temprana en cantidades proporcionalmente considerables.
El estudio no está en desacuerdo con los diversos sectores de salud a nivel mundial que emiten el clásico consejo que induce a reducir las grasas pero lo que sí se comenta es que los que siguieron estas indicaciones tendían a comer alimentos demasiado pesados como el pan, la pasta y el arroz.
Y aquellos que consumieron más carbohidratos y azúcares refinados que se encuentran en las bebidas gaseosas y comidas procesadas, enfrentaron un 28 por ciento de riesgo de muerte prematura.
El NHS advierte que demasiada grasa saturada eleva los niveles de colesterol, aumentando el riesgo de enfermedades del corazón.
Pero la última investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, en Barcelona, encontró que aquellos con bajo consumo de grasas saturadas aumentaron las posibilidades de muerte temprana en un 13 por ciento en comparación con los que comen demasiado.
El investigador Dr. Andrew Mente, miembro de la Universidad McMaster, dijo:
Nuestros datos sugieren que las dietas bajas en grasas ponen a las poblaciones en mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Sería óptimo lograr el equilibrio de las grasas y los carbohidratos en su dieta, agregando alrededor de 35 por ciento de calorías provenientes de las grasas.
Aunque esto estaría fuera de línea con la guía del Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, donde los funcionarios de salud todavía advierten a los británicos que reduzcan su consumo de productos de origen animal como la mantequilla, el queso y la carne roja para proteger su corazón; no más de 30 gramos diarios para los hombres y solo 20 para las mujeres.
Ahora gracias a las nuevas investigaciones tenemos la libertad de aumentar las proporciones de ingesta y no sentirnos mal por comer tanta carne y productos grasosos, claro, sin exagerar.