Un extraño ritual está invadiendo las calles de Kennedy, localidad de Bogotá, Colombia. Se trata de parejas vestidas completamente de negro que caminan por las avenidas sin ver y de espaldas a la media noche mientras recitan un tipo de conjuro o rezo oscuro, al menos, eso es lo que los vecinos creen.
Los caminantes oscuros, al más puro estilo de The Scientist de Coldplay, se han presentado en el barrio de Catalina. Su presencia ha atemorizado y desconcertado a los de por sí acorralados vecinos que sufren a diario los efectos del crimen y que ya han usado agua bendita para protegerse del siniestro paso de estos paseantes de la oscuridad.
Algunos afirman que el propósito de la caminata es el de completar un ritual geográfico que toca varios puntos esenciales de la zona, formando en el mapa de la ciudad un extraño símbolo desconocido que permitiría la entrada de entes ancestrales e incognoscibles a nuestra dimensión. Fuera de toda broma lovecraftiana, la gente cree que se trata de un culto satánico, prácticas y creencias que, ciertamente, se han extendido por todos los barrios donde la criminalidad y la inseguridad impera, como en la localidad de Kennedy.
Los vecinos se encuentran totalmente atemorizados y no saben lo que está pasando. Por ello los medios locales se dieron cita para registrar e investigar el extraño evento, pero no pudieron conseguir una entrevista con los noctívagos que, al parecer, esquivan toda presencia que quiera desviarlos de su trayecto mágico, a excepción de los taxis, como se puede apreciar en lo videos.
No es ningún secreto que los criminales a menudo recurren a extraños gurús o brujos para buscar protección en sus vidas. La verdad es que si quisiéramos identificar redes de trata de personas o niños, de tráfico de drogas y de secuestro, tan solo tendríamos que identificar a todos esos que salen a media noche a los barrios a llevar rituales como este sugeridos por hechiceros o brujas locales.
Por otro lado, un investigador de la Universidad de Michoacán, en México, explica que muchos cárteles aplican estas estrategias para iniciar a los nuevos integrantes de las bandas delictivas:
Se trata de dejar atrás todos aquellos límites o escrúpulos que pueden llegar a estorbar el trabajo en el seno de los carteles. La iniciación tiene siempre un carácter de purificación o liberación de lo que había antes. Se inaugura una nueva perspectiva, una nueva ley, una nueva escala de valores.
Hay muchos estudios que apuntan a que el crimen organizado funciona como una secta, donde existen manipulaciones y actos criminales que obligan a sus miembros a compartir culpas, por eso los cárteles y grupos criminales han explotado el lado religioso. En Colombia, sin duda, la marca del paramilitarismo y la figura icónica de Pablo Escobar han permitido la proliferación de este tipo de prácticas.
Sin embargo, no se sabe muy bien cuál es el propósito del culto de estas personas en el barrio de Kennedy, pues desde su aparición en el Día de Brujas del año pasado, han estado caminando por las calles mientras musitan: “Queremos devolver el tiempo”. No se sabe si se refieran a devolver la paz a sus barrios o si pertenezcan a algún culto mezclado con el crimen.