No es ningún secreto que la serie Los Simpson tiende a adelantarse a los eventos y tecnologías del futuro. Sin embargo, hace poco se descubrió que entre las páginas de un libro del año 1953 se encuentra una de las predicciones más certeras de nuestro tiempo: la conquista de Marte por parte de Elon Musk, el excéntrico millonario director de Space X y Tesla.
Este texto se llama Proyecto a Marte y fue escrito por Wernher von Braun, un escritor e ingeniero alemán. Su historia de vida es muy controversial, pues a pesar de pertenecer al partido nazi, fue recibido en Estados Unidos con los brazos abiertos e incluso fue la clave para llevar al hombre a la luna. Pero ¿cómo predijo que Elon Musk conquistaría el planeta rojo?
El dato fue compartido por el usuario de Twitter Toby Li después de que Musk publicara “El destino, el destino, no hay escapatoria para mí”. Ante este comentario, Li replicó:
Hablando de destino, ¿sabías que el libro de Von Braun de 1953, ‘Proyecto a Marte’, hace una referencia a una persona llamada Elon que lleva a las personas a colonizar Marte?
El comentario del seguidor hizo eco inmediatamente en Musk, quien preguntó si estaba seguro de que ese dato era verdadero. Enseguida otra cuenta le respondió que así era, pero que en realidad “Elon” en la novela se refería al nombre con que se denominaría al gobernador interplanetario una vez instaurado un gobierno espacial.
Speaking about destiny, did you know that Von Braun's 1953 book "Mars Project," referenced a person named Elon that would bring humans to Mars? Pretty nuts pic.twitter.com/m28yFU4Ip6
— Toby Li (@tobyliiiiiiiiii) December 30, 2020
De todas maneras, el post resonó con orgullo en el corazón y mente de Musk, quien ha tratado de ganar la carrera espacial desde el ámbito privado y quien ha declarado que el humano debería ser la primera especie interplanetaria. No debe ser extraño que este dato haya llamado la atención del empresario, pues después de todo, Wernher von Braun no solo fue un escritor de ciencia ficción, sino un ingeniero aeroespacial que formó parte de la NASA.
Sin embargo, la figura de Wernher resulta muy controversial en la historia de la ciencia, pues se trata de un elemento más de la fuga de cerebros alemana que nutrió las instituciones americanas de investigación científica. Pero el problema real es que este fue director técnico del programa de misiles nazi, donde dirigió las investigaciones que llevaron a la construcción de los proyectiles V2, que son los antepasados de los cohetes de Musk.
Al acabar la Segunda Guerra Mundial y a pesar de toda la propaganda americana antinazi, los Estados Unidos ficharon al científico y, eventualmente, se volvió director del Marshall Space Flight Center de la NASA junto a todo su equipo de trabajo. De esta manera, los responsables de los bombardeos nazis a Londres con misiles V2 a finales de la guerra quedaron sin ser juzgados.
A su llegada a América, Wernher se instaló en la base de Fort Bliss, Texas, donde replicó la tecnología de los misiles V2 y desarrolló otros dos modelos de misiles: el Júpiter y el Redstone. Mientras este probaba sus misiles y recababa datos sobre su funcionalidad, también se daba a la tarea de escribir libros de ciencia ficción que trataban el tema de la llegada del humano a Marte. Incluso participó en varias producciones televisivas junto a Walt Disney.
En 1960 lo nombraron director del Marshall Space Flight Center de la NASA y con las investigaciones de sus dos misiles en mano (Júpiter y Redstone) desarrolló los cohetes Saturno, que fueron los responsables directos de la llegada del hombre a la luna y que también son la inspiración directa de los cohetes Falcon de Elon Musk.
A pesar de las grandes contribuciones de Wernher von Braun, su figura y conocimientos siguen desatando importantes debates éticos, pues hay testimonios que aseguran que los cohetes que desarrolló en territorio alemán, los hizo con plena identificación del nazismo y, más grave aún, fueron producto de mano de obra de los campos de concentración. Incluso hay testimonios de las pilas de cadáveres de judíos, quienes morían debido a los trabajos forzados, que se iban amontonando en las áreas de construcción de los misiles.
En la época de su llegada a América del Norte, grandes figuras como Albert Einstein, de origen alemán y refugiado en Estados Unidos, se mostraron severamente críticos con el gobierno del país por trabajar con Wernher. Pero esto no hizo que el gobierno tomará ninguna medida judicial contra el científico que había militado en las filas nazis. Pero, después de todo, ¿tú piensas que sin Wernher el hombre no hubiera podido resolver el problema del alunizaje? Ante estos dilemas solo podemos reprobar los orígenes de las investigaciones, pero no reducirlas a cenizas ni condenarlas al olvido, como dice Dom Wilkinson, especialista en Ética Médica entrevistado por la BBC.