Estamos en diciembre y todavía no se acaban las noticias alarmantes, pues de acuerdo a la Comisión de Salud de Lanzhou, en China, se registraron más de 10,000 personas con brucelosis, una enfermedad bacteriana. Con todo lo que hemos vivido este año ya sabemos que cualquier caso de este tipo enciende alertas en todo el mundo, aunque este fue provocado por un accidente y no de forma natural.
Los animales que portan la bacteria brucella son los que transmiten la enfermedad a los seres humanos, ya sea a través del contacto o al comer su carne e incluso al beber leche de vaca infectada o queso elaborado a partir de la leche de un animal enfermo. Quienes trabajan en granjas, mataderos o los veterinarios son los más propensos a contagiarse.
Los principales síntomas son los dolores abdominales, de espalda, de cabeza, fatiga, sudoración excesiva, pérdida del apetito y fiebre por oleadas, además de afecciones en la piel, entre otros. Estos se pueden prolongar durante años, incluso pueden desaparecer durante un tiempo y luego reaparecer. En casos más graves puede ocasionar afecciones que lleven a la muerte del paciente.
Después de una fuga de esta bacteria de una compañía farmacéutica en 2019, se empezaron a registrar los casos, que hasta el momento han superado los 10,000 contagios y, afortunadamente, no se ha confirmado ninguna muerte, aunque como ya dijimos, los síntomas se pueden prolongar por años, lo que la convierte en un padecimiento muy difícil de sobrellevar.
Al 30 de noviembre, había 79,357 pruebas locales (para la brucelosis), incluidas 10,786 pruebas repetidas y 68,571 pruebas reales. Hubo 10,528 personas que dieron positivo al anticuerpo confirmado por la Comisión de Salud de Gansu.
-Comisión de Salud de Lanzhou
Esperemos que pronto se pueda contener la infección, que no haya más casos y que los registrados no presenten síntomas graves. Esto nos muestra lo necesario que es tener un mayor control, así como vigilancia en las farmacéuticas para evitar errores que pueden causar dolor y muertes en todo el mundo.