China se está volviendo un país con muchos adultos mayores, por ende, muchos futuros fallecimientos y muy pocos recién nacidos. Así que el gobierno está cambiando sus políticas de planificación familiar para evitar convertirse en una sociedad “vieja”.
Hace 40 años el mandatario chino Deng Xiaoping estableció una política de un hijo por familia para evitar que el exceso de nacimientos pusiera en peligro el despegue económico del país, y durante un tiempo dio resultados, pues convirtió a China en la segunda potencia económica mundial. Pero ahora el panorama cambió y hay un grave desafío demográfico.
La sociedad china iba prosperando con mejor educación. Sin embargo, conforme los años fueron pasando, el índice de natalidad fue disminuyendo a un nivel peligrosamente bajo. En el 2016 se abandonó esta política de un hijo por familia, se permitieron dos, pero aunque se notó un efecto de aumento en nacimientos a corto plazo, paulatinamente volvieron a bajar.
Para el año 2020 el porcentaje de población económicamente activa era del 63.3 por ciento, mientras que el de adultos mayores de 60 años alcanzó el 18.7 por ciento y el de menores de 10 años apenas llegó a 13.3 por ciento.
Este rápido envejecimiento ya se está considerando un serio problema en China, por eso el mandatario Xi Jinping autorizó que las familias puedan tener un tercer hijo si así lo desean. En un comunicado oficial del Partido Comunista se anunció que esto no eliminará los programas de apoyo que ya existen.
Las políticas de natalidad van a mejorarse. Se introducirán normas que permitirán que una pareja pueda tener [más] hijos. Esto mejorará la estructura demográfica de China, responderá de manera activa al envejecimiento de la población y mantendrá las ventajas del dividendo demográfico.
Sin embargo, ahora el conflicto de la población es que con menos hijos, las personas han logrado aumentar su nivel educativo y profesional, así que la opción de tener otro hijo, o incluso tener uno solo, es una decisión difícil de tomar.
En la plataforma de Weibo (que es como el Twitter de China), la política del tercer hijo se volvió tendencia con muchas personas a favor, pero también con muchos usuarios que advertían los problemas de aumentar el número de miembros de una familia. Para estos últimos, otro hijo implica un menor tiempo laboral y, en consecuencia, menor ingreso.
Además, algunos expertos se sumaron a la crítica y señalaron que posiblemente ocurra algo similar a lo que pasó en el 2016, cuando la natalidad aumentó un poco, pero después volvió a disminuir.
A corto plazo es posible que el tercer hijo pueda acarrear un aumento de los nacimientos, pero el efecto acabará decayendo.
– Lu Yilong, profesor de la Escuela de Sociología y Demografía de la Universidad Renmin en Pekín.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que si estas tendencias de natalidad se mantienen en China, para el año 2040, los adultos mayores de 60 años serán el 28 por ciento de la población y esto definitivamente afectará la economía y calidad de vida en este país.