Las noticias sobre el coronavirus y la vacuna siguen estando a la orden del día y no es para más, pues aún nos encontramos en medio de una pandemia que en ocasiones no parece tener fin o que, por lo menos, su periodo de duración se está prolongando demasiado.
Ahora trasladémonos al otro lado del mundo, donde una agencia de noticias dio a conocer la nota de que una persona llamada Kong Mau comerció con más de 58 000 jeringas que aseguraba contenían la vacuna contra el coronavirus, pero posteriormente se descubrió que solamente tenían agua salada.
El día de Navidad del 2020 fue arrestado este hombre junto con algunos de sus asociados, quienes lograron una ganancia de 18 millones de yuanes, algo así como 2,8 millones de dólares, desde agosto de ese mismo año después de estafar a sus consumidores diciéndoles que habían conseguido esta vacuna a través de contactos muy importantes en Salud Pública.
Según se ha dado a entender, el estafador y su pandilla investigaron muy bien algunos de los diseños de las vacunas reales para hacer falsificaciones lo más reales posibles. De hecho, las estudiaron tan bien que compradores internacionales le hicieron pedidos, por lo que Kong realizó envíos de hasta 600 vacunas, obteniendo una ganancia de unos 140,000 dólares.
El arresto de este estafador sucedió cuando las autoridades chinas comenzaron a tomar medidas mucho más enérgicas contra los fraudes de vacunas en todo el país. Además, la Fiscalía Suprema del Pueblo de China ha informado que ya han sido arrestadas aproximadamente 70 personas relacionadas con otros 21 casos que tienen que ver con la falsificación de vacunas.
Según algunas investigaciones periodísticas, las vacunas se están volviendo un problema más fuerte en aquel país, aunque muy probablemente también en otros, pues los estafadores no pierden tiempo en buscar y encontrar la forma de vender dosis falsas a precios exorbitantes. De hecho, hay muchos de estos tipos que hasta crean sus propios esquemas de distribución de vacunas en los que incluyen médicos falsos para iniciar campañas de vacunación en pueblos alejados de la civilización.
El Ministerio de Seguridad Publica de China ha tomado cartas en el asunto y establecido una campaña para erradicar la venta y contrabandeo de vacunas falsas. Esta campaña incluye la designación de autoridades regionales y fabricantes legítimos para poder llevar un mejor control e investigaciones mucho más completas.
Por el momento, solo son dos fabricantes oficiales de la vacuna anticoronavirus en China, uno es Sinovac, que fue aprobado en febrero, y el otro es Sinopharm, que comenzó a implementarse el pasado 31 de diciembre.
Aun con todas las preocupaciones concernientes a la honestidad en el proceso de aprobación de vacunas en China, el Washington Post ha informado que algunos de los países en desarrollo han estado confiando ciegamente en estas dos vacunas después de que empresas occidentales vaciaran sus bolsillos vendiéndoles vacunas “mucho más confiables”. Las autoridades chinas se encuentran inmersas en investigaciones para averiguar si países extranjeros han sido estafados en la compra de vacunas hechas en China.