Caballeros, ¿recuerdan cuándo les mostramos el video de la orquesta sinfónica que antes de tocar una pieza comen un Carolina Reaper, uno de los chiles más picosos del mundo? Incluso su nombre suena peligroso y desafiante, evidentemente los músicos de aquel video no la pasaron muy bien.
Este chile mantenía el récord mundial por ser el más picoso del mundo, pero ha sido oficialmente derrotado por una nueva sepa llamada ‘Aliento de Dragón’, un chile tan picoso que nadie lo ha comido todavía, pues dicen que podría matar. Sí, leyó usted bien, este pequeño fruto podría quemar, literalmente, tus vías respiratorias, como si estuvieras respirando fuego.
Su creador, Mike Smith, relata que esta bestia picante nació por pura casualidad. Este entusiasta de los cultivos, buscaba crear un árbol de chile estéticamente agradable que pudiera presentar en el famoso Chelsea Flower Show, en Reino Unido. Lo logró y además su invención está nominada a ser “la Planta del Año”.
Este fruto fue creado en colaboración con científicos de la Universidad de Nottingham Trent, que están interesados en el uso medicinal de los chiles como anestésicos. Fueron ellos quienes verificaron que el ‘Aliento de Dragón’ obtuvo la calificación más alta jamás registrada en la escala de Scoville: 2.48 millones, superando a su rival, Reaper, cuyo nivel es de 2.2 millones.
La escala Scoville mide la intensidad del picante en unidades. Las 2.48 millones de unidades de calor de Scoville (SHU) significan que una gota de aceite de este chile puede ser detectada en 2.48 millones de gotas de agua, lo que la hace, básicamente, algo incomible. Para la comparación, el aerosol de pimienta usado por el ejército de los EEUU es 2 millones de SHU.
Los científicos creen que si en verdad intentas comer este chile lo más probable es que tus vías respiratorias se cierren y se quemen, entrando en un choque anafiláctico que te ocasionará la muerte. Pero en sí, este amigo no es tan malo como suena.
El aceite de capsaicina que sale de él es tan potente que adormece la piel, lo que le da un excelente potencial como anestésico, especialmente para aquellos alérgicos a la anestesia o analgésicos, o incluso para su uso en países en desarrollo, donde el acceso y la financiación de anestésicos es limitado.
Mike está esperando para que el récord Guinness sea oficial y recomienda a todos que no intenten probarlo:
“Simplemente es una loca idea. Yo lo intenté con la punta de mi lengua y sentía que se quemaba. Escupí en 10 segundos, porque el picor es intenso y crece y crece”.
Ni siquiera lo puedo imaginar. Es como el video de aquellas chicas que intentaron comer un Carolina Reaper y todo salió mal….