Varios miembros de la llamada “generación de cristal” habían pedido que los programas de Chespirito salieran del aire ya que, por ejemplo, en El Chavo del 8 se “normaliza la envidia” de parte de Quico, y cosas así. Al final se les ha cumplido y ya no veremos más al Chavo y compañía, aunque no fue por sus quejas, sino por falta de un acuerdo por los derechos de transmisión.
Desde hace 50 años, cuando los personajes de Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” empezaron a aparecer en la televisión mexicana, prácticamente no han dejado de transmitirse. Poco a poco su popularidad se extendió por toda Hispanoamérica y ha llegado a casi todo el mundo, pero ahora nos quedaremos sin las retransmisiones, a pesar de que siguen teniendo altos niveles de audiencia.
No se llegó a un acuerdo entre el Grupo Televisa, que se encargaba de la distribución a nivel mundial, y el Grupo Chespirito, que tiene los derechos, y es que al parecer en Televisa ya no consideran tan rentable seguir pagando por continuar sacando al aire las repeticiones de El Chavo del 8, El Chapulín Colorado y demás personajes, lo que es muy triste para generaciones de seguidores.
Es una pena que quien más se benefició de los programas de Chespirito hoy afirmen que ya no valen nada. A sus hijos nos dejó su cultura, su amor, su ejemplo, su estilo… Esa riqueza no se puede cuantificar. Los intereses económicos no están en la familia.
—Graciela Gómez Fernández, hija de Chespirito
Aunque por lo pronto se ha cerrado una puerta, no dudamos de que en cualquier momento alguien más se ofrecerá para seguir transmitiendo estos programas que han permaneció durante generaciones en el gusto del público, así que no hay que alarmarse y simplemente esperar un tiempo poder verlos de nueva cuenta y volver a reír a carcajadas.
Aunque tristes por la decisión, mi familia y yo esperamos que pronto esté Chespirito en las pantallas del mundo. Seguiremos insistiendo, y estoy seguro que lo lograremos.
—Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito