Hace unos días un hombre mató al mayor elefante cazado en las últimas décadas en Zambia en una cacería legal organizada por una asociación civil. Era uno de los muy pocos “tusker” que quedan en el mundo.
El “logro” del cazador fue anunciado con bombo y platillo en las redes sociales el 25 de septiembre y los simpatizantes felicitaron al cazador en muchas ocasiones. “Bien hecho, gran trofeo”, se lee en la publicación.
Los organizadores del acto fueron los miembros de la asociación Stone Hunting Safaris y le entregarán al triunfador la piel y los colmillos del animal. “Mucho dinero se pagó para la licencia de caza y se destinará a la conservación de elefantes y su ecosistema, esos son los beneficios de la caza controlada”, dice.
“Se trata de la muerte del mayor elefante cazado en las últimas décadas , en Zambia”, señalaron los organizadores de la caza. Luego de recibir una increíble cantidad de críticas en Facebook señalaron que la carne se donaría a escuelas y aldeas locales.
A pesar de que el cazador afirmaba que la carne del animal muerto tendría un uso benéfico a la sociedad, muchos usuarios no estuvieron de acuerdo con su postura:
“Esta gente es la escoria de la tierra, así como aquellos en poder de dejar que esto suceda”.
“Los humanos son los animales más crueles… es triste, de hecho, que maten a un animal tan magnífico”.
“¡Esto es inaceptable! ¿Por qué? Los elefantes ya no crecen así, cada año son menos los que crecen así porque son cazados. Si vas a Leteba, en Kruger, verás que ya no son tan viejos. Es una lástima”.
El elefante africano es el mamífero terrestre más grande del reino animal. Su territorio abarca 37 países de África pero está en peligro de extinción por la caza.
La demanda de marfil causa la muerte de entre 20 mil y 30 mil elefantes al año. Desde la década de los 80 la población ha decaído un 64%. Los elefantes más preciados son los “tusker” de colmillos gigantes de los cuales se cree que no quedan más de 30 en todo el mundo.