Todos estamos de acuerdo en que el bullying debe ir desapareciendo lo más rápido posible, pues no solo se trata de aguantar carrilla, sino que tiene consecuencias como suicidios o atentados escolares. Esto lo sabemos muy bien, pero estos padres que descubrieron que su hijo acosaba a otros niños le dieron un castigo que no parece del todo atinado.
Un usuario de TikTok grabó en las calles de Florida a un niño que sostenía un cartel parado en la banqueta bajo el sol. El cartel lo exponía como un abusivo o bravucón y pedía a los conductores que si odiaban a los bullies, tocaran el claxon.
Soy un bully. Pita si odias a los bullies.
El tiktoker y su acompañante grabaron al niño sosteniendo la pancarta mientras los padres parecían disfrutar de un día soleado sentados en sillas cómodas y tomando una cerveza junto a su perro. Lo que para muchos parece un buen castigo que impedirá que el niño vuelva a portarse mal, para otros no parece ser la mejor manera de lidiar con el problema.
Por eso, bastantes usuarios de redes han señalado que los padres se han comportado como unos bravucones con su propio hijo al exponerlo de tal manera ante la sociedad y que, al contrario de lo que ellos piensan, eso solo refuerza y mantiene las nociones que el niño podría tener sobre cómo humillar a alguien.
Algunos internautas comentan que ese comportamiento lo aprendió en casa y otros han escrito que al menos no ignoran el problema como otros padres lo hacen. Las opiniones se encuentran polarizadas, pues hay quienes piensan que estos son los mejores padres y otros que señalan que no les parece la mejor forma de reprender al hijo.
Lo que es cierto también es que esta clase de exposiciones no tiene como objetivo humillar directamente al hijo, sino que busca las cámaras y la notoriedad, incluso salir en una nota como esta. Aunque no con los aplausos esperados, estos padres lograron ser noticia viral por su castigo, que también hace lucir al niño como un empleado de un negocio que tiene que promocionarlo con una botarga o un cartel.
Sin duda, el castigo parece ser malo por ambos lados, como perpetuador del bullying y como campaña publicitaria para llegar a medios, pero, bueno, aquí se mezclan dos cosas: lo poco que entendemos el fenómeno del bullying y las idea de la fama, aunque sea fugaz, a toda costa.