Entra más viejos nos hacemos, más queremos volver a esos bellos momentos en la infancia: correr, saltar, jugar con los amigos en una casa del árbol…
Sin embargo, hay casas del árbol que pueden superar la imaginación de un niño, y esta es una de ellas, de hecho es mucho más que una casa del árbol: es de cuatro pisos; su estructura es de cristal, y en lugar de estar sobre un árbol, tiene uno dentro. Al verlo, muchos van a querer despertar allí por siempre.
Esta increíble casa surgió de la imaginación del arquitecto Aibek Almasov, quien está planeando la construcción de este santuario en las montañas de su país de origen, Kazajstán.
La casa se encuentra a unos 22.5 kilómetros fuera de la ciudad de Almaty, Kazajistán. No hay acceso a los servicios de la ciudad como la electricidad, por lo que el arquitecto tiene previsto utilizar fuentes de energía renovables, por ejemplo, una bomba de calor geotérmica, para proporcionar calor en invierno, y un revestimiento solar sobre las superficies de vidrio para proporcionar energía. La casa también reciclará el agua de lluvia. Debido a que no hay acceso directo por carretera, los propietarios tendrán que caminar o andar en bicicleta una distancia corta para llegar a la casa.
Fue diseñada desde el año 2013, pero tuvo varias complicaciones; la principal fue el retiro de los inversionistas, lo que hizo que esta casa de ensueño quedará en suspenso; sin embargo, gracias a A. Masow Architects, podría convertirse en una realidad muy pronto.
Almasov está planeando iniciar con la construcción el próximo año, y por fin materializar este sueño, aunque sí queda un poco la incertidumbre acerca de la privacidad, ya que todo estará al descubierto, incluyendo la ducha, o si baja las escaleras en ropa interior… o cuando tenga momentos íntimos con su pareja… aunque al final, es su casa y podrá hacer lo que se le dé la gana…
“El objetivo principal de este proyecto es ofrecer una alternativa al bullicio de la ciudad. Quisimos combinar las capacidades del diseño industrial moderno, la riqueza natural y la belleza. Y lo más importante es no hacer daño al medio ambiente”.