Dos mujeres jóvenes argentinas fueron asesinadas el pasado 22 de febrero en la localidad de Montañita, a 220 kilómetros de Guayaquil, Ecuador, en un intento de abuso sexual.
Este caso pudo ser uno más de muchos que han ocurrido; sin embargo, una carta que escribió alguien como protesta cambió el rumbo de esta trágica historia.
“Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada”.
Así inicia la carta titulada “Ayer me mataron”, y que fue escrita por una estudiante universitaria de Paraguay de nombre Guadalupe Acosta, quien rechazó este asesinato y lanzó un llamado para evitar que sigan los crímenes contra las mujeres.
Guadalupe Acosta admitió que este asesinato le causó mucha impotencia y rabia, pero consideró que al ser encontrados sus cuerpos lo más doloroso fue ver a la gente comenzaba a minimizar el hecho y justificaba con el “cómo iban vestidas”, “la hora en que andaban ellas en la calle”. Jamás pensó que esta carta se fuera a vilarizar.
Marina Menegazzo y María José Coni fueron humilladas y “juzgadas por andar solas, sin compañía”, recalca en la carta que se hizo viral en Facebook y ha sido compartida más de 600 mil veces.
“Pero al ser mujer, [el crimen] se minimiza. Se vuelve menos grave, porque claro, yo me lo busqué. Haciendo lo que yo quería encontré mi merecido por no ser sumisa, por no querer quedarme en mi casa, por invertir mi propio dinero en mis sueños. Por eso y mucho más, me condenaron”.
Al final del documento, la autora hace un llamado a todas las mujeres para que no dejen el crimen en la impunidad y unan sus voces por todas las mujeres a quienes han “callado” de manera violenta.
“Ayer me mataron.
Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada.
Cual desperdicio me metieron a una bolsa de polietileno negro, enrollada con cinta de embalar y fui arrojada a una playa, donde horas más tarde me encontraron.
Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después.
Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida.
No, más bien empezaron a hacerme preguntas inútiles. A mi, ¿Se imaginan? una muerta, que no puede hablar, que no puede defenderse.
¿Qué ropa tenías?
¿Por qué andabas sola?
¿Cómo una mujer va a viajar sin compañía?
Te metiste en un barrio peligroso, ¿Qué esperabas?
Cuestionaron a mis padres, por darme alas, por dejar que sea independiente, como cualquier ser humano. Les dijeron que seguro andabamos drogadas y lo buscamos, que algo hicimos, que ellos deberían habernos tenido vigiladas.
Y solo muerta entendí que no, que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser. Mientras que si el titular rezaba fueron muertos dos jóvenes viajeros la gente estaría comentando sus condolencias y con su falso e hipócrita discurso de doble moral pedirían pena mayor para los asesinos.
Pero al ser mujer, se minimiza. Se vuelve menos grave, porque claro, yo me lo busqué. Haciendo lo que yo quería encontré mi merecido por no ser sumisa, por no querer quedarme en mi casa, por invertir mi propio dinero en mis sueños. Por eso y mucho más, me condenaron.
Y me apené, porque yo ya no estoy acá. Pero vos si estas. Y sos mujer. Y tenes que bancarte que te sigan restregando el mismo discurso de “hacerte respetar”, de que es tu culpa que te griten que te quieran tocar/lamer/ chupar alguno de tus genitales en la calle por llevar un short con 40 grados de calor, de que vos si viajas sola sos una “loca” y muy seguramente si te paso algo, si pisotearon tus derechos, vos te lo buscaste.
Te pido que por mí y por todas las mujeres a quienes nos callaron, nos silenciaron, nos cagaron la vida y los sueños, levantes la voz. Vamos a pelear, yo a tu lado, en espíritu, y te prometo que un día vamos a ser tantas, que no existirán la cantidad de bolsas suficientes para callarnos a todas.”
Según datos de la Fiscalía de ese país, Menegazzo y Coni fueron asesinadas a golpes con un palo y a puñaladas en un intento de abuso sexual. Posteriormente, el ministro del Interior de Ecuador aseguró que los dos presuntos responsables del crimen fueron capturados.
Peritos de Argentina partieron hacia Ecuador para investigar la muerte de las jóvenes en ese país. Pretenden identificar a los cuerpos hallados y despejar dudas respecto a la investigación realizada hasta el momento.
Las jóvenes fueron reportadas con vida por última vez el 22 de febrero, y las autoridades creen que esa misma noche ocurrió el fatal desenlace en el que presuntamente dos hombres las mataron a golpes y a puñaladas.
Los familiares de las víctimas desconfían de la investigación que se adelanta hasta el momento, porque creen que puede haber un caso de trata de personas en el fondo del crimen.