Hay pocas cosas más satisfactorias que jugar una broma a alguien y tener éxito. Pero cuando esa broma consiste en engañar a todo un restaurante para que haga algo tonto, debe ser algo muy satisfactorio para quien la hizo.
Eso es exactamente lo que sucedió en Coon Rapids, Minnesota, y la víctima fue un restaurante de Burger King.
Un hombre llamó a la tienda haciéndose pasar como integrante del Cuerpo de Bomberos para decir que había gas explosivo en el interior del edificio.
Después, informó que la única manera de expulsar todo ese gas era rompiendo todas las ventanas del edificio para bajar la presión, y eso exactamente fue lo que hizo el personal.
Posteriormente, la policía llegó a la escena para encontrarse con el personal todavía tratando de romper las ventanas.
“El gerente estaba frenético y realmente creía que el edificio iba a explotar”.
– sargento Rick Boone.
La persona que llamó dijo que había niveles peligrosos de gas en el edificio, y que tenían que romper todas las ventanas para mantener el edificio sin riesgo de que estallara.
Prank caller convinces Coon Rapids Burger King employees to smash windows. https://t.co/M55kQJExCY pic.twitter.com/YCZenAsHBJ
— Star Tribune (@StarTribune) April 9, 2016
Los empleados corrieron hasta sus autos y consiguieron herramientas de fierro para romper las ventanas en un estado de pánico.
El capitán Tom Hawley dijo:
“Cerca de 20 ventanas fueron rotas… Él (la persona que llamó) fue muy convincente. Parecía tener conocimiento de los sistemas de extinción de incendios y actuó como si estuviera vigilando el edificio de forma remota”.
News release from @CoonRapidsPD on prank call to Burger King that led employees to bust windows. @KSTP pic.twitter.com/UpWdELbypJ
— Alan Hoglund (@alanhoglund) April 9, 2016
“Comunicado de prensa de @CoonRapidsPD sobre la llamada de broma a Burger King que llevó a empleados a reventar las ventanas. @KSTP”.
Un restaurante de Burger King en Oklahoma recibió una llamada similar la noche anterior, en la que les adviertieron que había altos niveles de monóxido de carbono en el edificio. Los empleados rompieron ventanas, incurriendo en un estimado de daños de 10,000 dólares.
“Nunca haríamos nada por el estilo. Estamos aquí para servir al público, proteger al público”.
– Thomas Larman, del cuerpo de bomberos de Shawnee.
“La broma es sólo una pérdida de tiempo para todos; cuesta dinero a todo el mundo”, señaló Christa Jones, madre de un empleado de Burger King en Coon Rapids. Tras los hechos, tuvieron que tapar con hojas de madera provisionales.
Otro ejemplo de una llamada a un restaurante Burger King fue en California en febrero, donde resultaron 35,000 dólares daños y un empleado chocó su coche contra el edificio.