Tal parece que el último mensaje del dueño de una cremería en el sur México fue “Amigos y enemigos están invitados a mi funeral a que hagan quesadillas por mí”, pues en su entierro se vivió una fiesta que fue amenizada por una botarga de queso Oaxaca que llamó la atención de todos los asistentes.
El festivo funeral se llevó a cabo en el municipio de Etla, Oaxaca, donde perdieron a uno de los maestros cremeros de la zona llamado Carlos Santiago Gómez, cuyo rito funerario parecía más bien un carnaval, pues fue llevado a cabo entre música de banda y baile.
Mientras nos enojamos con todo en TW en Oaxaca tienen la mejor botarga del mundo. pic.twitter.com/rs9Df4OFgd
— Luisito Rey (@luisitorey) July 26, 2019
Las imágenes y el video del entierro del respetable señor Gómez se volvieron virales de inmediato y lo mejor de todo, sin duda, fue la botarga de bola de queso Oaxaca, un delicioso producto lácteo característico del municipio y que llena de orgullo a sus habitantes.
En el video se puede apreciar una curiosa coreografía que consiste en que el queso Oaxaca de tamaño humano orbita alrededor del ataúd cargado por los empleados enfundados en la camisa roja distintiva del establecimiento comercial que fue del señor Gómez. Este último baile parece ser el rito de pasaje que permite al fallecido acceder al descanso eterno y es la despedida perfecta para alguien que dedicó su vida a trabajar con quesos.
📺Ⓜ️Esto pasó en #Etla #Oaxaca, la cuna de el quesillo.
📌Así despiden al dueño de la quesería Los Reyes con música y el sonido de los cuetones. pic.twitter.com/HSsPjPAzq7— Sofy Valdivia (@sofyvaldivia) October 14, 2021
El señor Carlos Santiago fue el dueño de la cremería Los reyes de Etla y, por lo que se ve, sus empleados y familiares se encargaron de despedirlo como se merecía. Ahora que descansa en paz y duerme el sueño de los justos, su legado seguramente seguirá en manos de sus descendientes.
Estamos seguros de que en lugar de llevarse nada más un puño de tierra, don Carlos Santiago Gómez se llevó un sabroso puño de queso, de esos que le robas a tu mamá cuando está preparando las enchiladas.