No cabe duda de que en este mundo hay personas con mucho sentido de humanidad que se preocupan por los demás, como es el caso de este bombero que, sin importar el percance trágico que tuvo su vivienda al ser consumida por el fuego, continuó con su labor para apagar el devastador incendio que consumía toda una comunidad.
Un incendio forestal dejó en saldos rojos al barrio de Puertas Negras de Valparaíso, Chile, donde más de 100 casas quedaron hechas cenizas, junto con la vivienda del heroico bombero Juan Carlos Espinoza, quien no pudo evitar romper en llanto al ver el trágico suceso, pero aun así no abandonó su misión encomendada de ayudar a otros más necesitados.
El fotógrafo Fidel Rudolffi logró capturar las entristecedoras imágenes que han circulado por las redes sociales e Internet, junto con una sensación de angustia que a la vez nos genera sentimientos encontrados: la admiración por la noble hazaña de este héroe sin capa, pero con un traje a prueba de fuego.
“Uno va al incendio sin saber con qué te vas a encontrar, y aquí llegué diciéndole a la gente que se calmara, pero después yo mismo me alteré viendo cómo se quemaba mi casa. En 15 minutos se consumió”, dijo.
Juan Carlos Espinoza, quien además trabaja de salvavidas en la zona de Caleta Portales, pertenece a la 16° Compañía de Bomberos de Valparaíso, llegó hasta el lugar con el objetivo de combatir el siniestro y evacuar a los pobladores.
Aclaró que estaba trabajando como salvavidas en la playa cuando vio la columna de humo y se dirigió a trabajar; en ese momento se percató que su casa también se estaba quemando
“Estaba combatiendo el fuego de otra casa y ver el fuego en mi casa fue fuerte, pero seguí trabajando; es lo mío, no puedo hacer nada más que trabajar. Aunque estés en las últimas, hay que seguir sirviendo”, agregó.
Durante la madrugada, el bombero recorrió la zona del incendio y visitó lo que quedaba de su casa.
Desde hace 8 años se vive una sequía en la región de Valparaíso, como muchas otras en el país chileno. Lluvias anteriores propiciaron el crecimiento de pasto que secó en la posteridad, creando un entorno donde el fuego se abrió paso fácilmente.
“Fueron minutos, 10 minutos de llegar a mi casa, tomar mi traje de bombero y empezar a combatir el fuego. Aunque estés en las últimas, hay que seguir sirviendo”.
La forma desordenada en que están ubicadas las casas en los cerros de Valparaíso es un problema constante durante incendios. Los angostos caminos no permiten la entrada de los camiones de bomberos, además de la dificultad que causa la escasez de tomas de agua para apagar los incendios.
En 2013 otro incendio arrasó con más de 280 casas y dejó al menos mil 200 damnificados. En abril de 2014 el peor siniestro ocurrido calcinó casi tres mil casas en 20 de los 42 cerros del puerto y mató a 15 personas.
“Siempre hemos tenido una casa decente y la vamos a seguir teniendo”.
El canal estatal de televisión informó que la organización privada Desafío Levantemos Chile le ayudará a reconstruir su casa, donde vivía con su papá y sus hermanas. Esa noble actitud trae consigo nobles recompensas.
Juan Carlos, te mandamos un abrazo hasta Valparaíso.