El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció en vivo por televisión la mañana de este martes que dio positivo por coronavirus, después de presentar síntomas y someterse a la prueba.
Bolsonaro, de 65 años, ha trivializado y desestimado la gravedad de la pandemia en repetidas ocasiones, burlándose del distanciamiento social y las medidas de seguridad, aún cuando Brasil se convirtió en el segundo país más afectado en el contienente americano, después de Estados Unidos, con más de 65 mil muertes y 1.6 millones de casos confirmados.
En la rueda de prensa, el presidente aseguró no tener miedo y sentirse bien, mientras hablaba con una máscara puesta ante un grupo de periodistas cuidadosamente seleccionados que se reunieron a las afueras de su residencia oficial.
“Resultó positivo. No hay razón para el miedo, así es la vida”, dijo el presidente. “La vida continua. Agradezco a dios por mi vida y el papel que me ha dado para decidir el futuro de esta gran nación que se llama Brasil”.
No solo eso, después de anunciar su resultado positivo, Bolsonaro se quitó la máscara y con una sonrisa en la cara dijo a la prensa: “Solo mírenme la cara. Estoy bien, bien, gracias a dios… Gracias a los que han estado orando por mí… y a los que me critican, no hay problema, sigan criticando tanto como quieran”.
Recordemos que a principios de marzo, cuando el Covid-19 reclamó sus primeras víctimas en Brasil, el político de extrema derecha ya se había realizado una prueba, pues estaba bajo sospecha después de que su secretario de prensa, Fabio Wajngarten, diera positivo por coronavirus y tuviera contacto directo con el presidente. Aquella vez, Bolsonaro dio negativo a la prueba y se jactó de que, si estaba infectado, rápidamente se librará de la enfermedad gracias a su “pasado de atleta”.
Desde entonces, el mandatario ha seguido asistiendo a eventos sociales y manifestaciones políticas donde se le ha visto usar de manera incorrecta (o no usar del todo) el cubrebocas.
Su anuncio oficial llega a solo tres días de haber almorzado en la casa del embajador de los Estados Unidos en Brasil, Todd Chapman, en la capital, Brasilia. En esa reunión también estuvieron presentes varios miembros importantes del gabinete, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, y el hijo del presidente, Eduardo. Los hombres fueron fotografiados sin mascarillas.
Los rumores de la posible infección de Bolsonaro surgieron por primera vez el lunes por la noche cuando los medios locales informaron que había sido examinado después de desarrollar síntomas de coronavirus, incluida una temperatura de 38° C y una tos persistente. Se dice que esa misma noche se tomó una resonancia magnética que mostró sus pulmones despejados.
Un periódico local dijo que, según reportes extraoficiales, el presidente de Brasil había comenzado a quejarse de cansancio el sábado por la noche, después de su almuerzo con el embajador, y que estas molestias habían persistido hasta el domingo.
Bolsonaro ha minimizado en repetidas ocasiones los riesgos de esta pandemia, e instó a la población brasileña a volver al trabajo con el fin de reactivar la economía del país. La respuesta de Bolsonaro al coronavirus ha provocado una protesta nacional e internacional, y muchos lo culpan directamente por el alto número de muertes. Brasil carece actualmente de un ministro de salud permanente después de que dos fueron obligados a dejar sus trabajos en menos de un mes después de enfrentarse con Bolsonaro por la pandemia.