La pelota metálica recientemente capturada en las playas de Japón hizo pensar a muchas personas que se trataba de algún artefacto extraterrestre, un signo de vida inteligente que nos visitaba para ver si ya habíamos mejorado la receta del menudo, pero no era así, ahora se ha revelado toda la esférica verdad.
Las autoridades niponas desataron algo de pánico entre las personas, pues especularon que se podría tratar de una antigua bomba o de un aparato de espionaje, pero ahora han determinado con certeza su verdadera naturaleza; nada más y nada menos que una boya.
Así es, terminó siendo la respuesta más lógica, pues qué otra cosa sería una esfera metálica en medio del mar. Este artefacto que se encontró en la playa de Enshuhama, en la ciudad de Hamamatsu. Una mujer que caminaba por la playa dio aviso rápido a las autoridades y así comenzaron las indagaciones.
Pasaron los días y las autoridades solo descartaron que se tratara de una bomba, pero la esfera seguía resplandeciendo con un halo de misterio. Sin emabrgo, Hiroyuki Yagi, de la Oficina de Gestión de Costas y Ríos de la prefectura de Hamamatsu, por fin ha esclarecido todo en una entrevista con el New York Times.
El destino de la bola no será ser arrastrada una y otra vez por Sísifo, sino que irá a parar al basurero, donde se convertirá en chatarra. Por eso siempre es bueno haber leído La carta robada de Edgar Allan Poe y los seminarios de Lacan sobre ella, para saber que lo tremendamente oculto siempre está a la vista de todos, pues ahí se esconde.