La celebración de una boda es un evento con el que muchos sueñan: esperar en un traje elegante a la novia en el altar para verla por primera vez con su vestido blanco, para luego seguir con una fiesta en donde las sorpresas y el descontrol casi siempre son los invitados especiales. Pero si algo ha llamado la atención, sobre todo en los últimos años, han sido las sorpresas que los novios tienen para sus invitados.
Algunos tienen un baile especial, una proyección de momentos especiales o incluso fiestas temáticas, pero ni la boda con disfraces de Shrek tuvo tanta atención como la de esta parejita cuya celebración tuvo la temática de “esclavos”.
La peculiar forma de festejar la unión marital se llevó a cabo en Perú, tierra donde el ceviche es el tema de conflicto entre naciones. Pero no se trataba de cualquier pareja de novios, sino de Belén Barnechea, hija del excandidato a la presidencia Alfredo Barnechea, y Martín Cabello de los Cobos, nieto de los condes de Fuenteblanca, nobles españoles.
En varios videos se le ve a los novios desfilando junto con su invitados y hasta una banda por una calle peatonal de Trujillo. Todo parecía normal, hasta que aparecieron un grupo de jóvenes peinadas con largas trenzas y vestidas de indígenas. Estas mujeres estaban sentadas en el suelo simulando que tejían o cocinaban con los canastos y utensilios que las acompañaban mientras los invitados pasaban al lado de ellas como si se tratara de un performance de museo.
En la Boda de Belén Barnechea hija del chicharrón Alfredo Barnachea se aprecia a mujeres indígenas como si fueran objetos sentadas mientras los blancos caminan "Perú Virreinal en pleno 2022" pic.twitter.com/qizuPFk8PM
— Chacotero (@ChacoteroPeru) April 13, 2022
Unos metros más adelante, los invitados encontraron un grupo de varones semidesnudos que caminaban con la espalda encorvada y atados con sogas entre sí, como si fueran esclavos o peones de alguna autoridad precolombina. Además, tenían una representación con otro hombre que lideraba el grupo.
Esto solo por mencionar su paseo rumbo a la recepción, que se llevó a cabo en una casona con arquitectura colonial en donde los invitados y los novios pudieron disfrutar de comida, cócteles y una espectáculo permanente de hombres encadenados en los balcones bailando mientras el resto de las personas disfrutaban la fiesta.
Peruanos en cadenas con taparrabos y descalzos en la boda "Racista y clasista" de Belén Barnechea la hija de Alfredo Barnechea ¡Indignante! pic.twitter.com/nGbU0SjESS
— Chacotero (@ChacoteroPeru) April 13, 2022
Después de ver los videos, muchas personas tacharon a la celebración de “clasista”, “racista”, “esclavista” y “virreinal”, así como una forma de discriminar a las etnias y culturas populares en Perú. El wedding planner pudo haber tenido buenas intenciones para mostrar la diversidad cultural en Perú, pero su ejecución no fue la más correcta.
La escenificación y caracterización sobre la cultura precolombina, el esclavismo y uso de elementos culturales originarios en Trujillo [refuerza] estereotipos históricos que no suman al trato respetuoso que merece la cultura milenaria del Perú.
—Alerta Racismo
¿Por qué la hija de Barnechea hace una representación de la aristocracia en su boda, desfilando por la calle pasando por mujeres arrodilladas ante ella y su pareja? pic.twitter.com/dit2md1J2C
— Alex Febrero (@AlexFebrero_) April 13, 2022
Chirapaq, otra ONG, enfocada en la defensa de los derechos de los pueblos andinos y amazónicos, dijo al compartir uno de los videos en Twitter que la diversidad cultural es un valor “en tanto los involucrados interactúen como iguales”. Algo que no ocurrió en esta fiesta, pues las personas caracterizadas de indígenas eran parte de la decoración y no de la fiesta.
Existen relatos que documentan de modo similar la entrada de los virreyes a Lima y otras partes de la colonia: el público en sumisión, el despliegue de trajes, frutos, semillas, oro y plata y la pompa que seguía por calles y plazas 4/5 pic.twitter.com/H9iXfB0QML
— CHIRAPAQ (@chirapaqoficial) April 13, 2022
Después de tanto movimiento en redes sociales, Bernechea no se iba a quedar con los brazos cruzados y en su cuenta de Instagram aclaró lo sucedido. Indicó que se trataba de un “danza ancestral” de la cultura precolombina Moche, una cultura que tuvo su desarrollo entre los siglos II y VII.
He visto que en algunos medios de comunicación se han referido a la representación moche que hicimos como de esclavos, de mujeres indígenas, del virreinato. Lo que hicimos fue representar la cultura Moche que se desarrolló entre los siglos II y VII. Por lo que nunca se cruzó en el tiempo con los Incas ni los españoles.
—Belén Bernechea