Si, como yo, se te antoja un gin & tonic después de un duro día de escribir tonterías en un teclado, con la vaga esperanza de que tu jefe no se dé cuenta de que no estás realmente trabajando, entonces tenemos una mala noticia para ti: puedes ser un psicópata.
Según los psicólogos, el disfrutar de comida y bebidas con sabor amargo, como un delicioso gin & tonic frío, significa que puedes tener tendencias psicopáticas, como el maquiavelismo, el sadismo y el narcisismo. Este trío de rasgos de personalidad te hacen más propenso a actuar de una manera artera, fría y egoísta…
Investigadores de la Universidad de Innsbruck, en Austria, llevaron a cabo un experimento en mil personas, donde se ofreció a los sujetos una lista de alimentos dulces, salados, agrios y amargos, y se les hizo anotar qué tanto les gustaba cada uno de ellos, con una escala que iba desde “me desagrada fuertemente” hasta “me gusta fuertemente”.
Después de esto, se pidió a los sujetos que completaran una serie de cuestionarios de personalidad, diseñados para medir su estabilidad emocional, el sadismo, la agresión y el maquiavelismo.
A partir de esto, descubrieron que las personas que prefieren los sabores amargos eran más propensos a ser psicópatas, narcisistas y sádicos, mientras que la amabilidad y cooperatividad tendían a estar correlacionadas negativamente con las preferencias de un sabor amargo.
Los investigadores han quedado desconcertados por sus resultados y no saben por qué las personas con estos rasgos negativos prefieren los sabores amargos, pero especulan que puede ser una especie rara de “tomar riesgos”.
Verás, se supone que los sabores amargos, por lo general, corresponden a alimentos venenosos, y su sabor desagradable, se supone, se lo quita al comerlos.
Los expertos creen que la emoción de comer alimentos “riesgosos” puede estar relacionado con el riesgo de algunos psicópatas de enfrentarse a la muerte.
Sinceramente, esto es lo peor que he leído sobre la ginebra…