Este hombre estaba bastante pasado de peso, y cuando se enteró que a su hermana le habían diagnosticado diabetes, decidió que era momento de cambiar de estilo de vida y dejar las 8 mil calorías que estaba consumiendo diariamente.
Pero a Anthony Brown, como a cualquiera, no le resultó nada sencillo al principio, pues adaptarse a un régimen alimenticio estricto y en el que no puedes comer tus alimentos favoritos no es nada fácil.
Anthony vive en Riverside, California, y tiene 34 años, varios de los cuales pasó comiendo a placer toda clase de comida chatarra, por lo que alcanzó un peso de 170 kilos…
Ashley, su hermana, fue diagnosticada con diabetes. Ella es menor que él, así que pensó que también podía padecer la enfermedad; se subió a una báscula y marcó ‘Error’, porque era demasiado peso…
Si mi hermana estaba enferma y yo era más grande que ella, temía que también pudiera estar enfermo. Sabía que tenía que empezar a hacer algo diferente.
Inició una dieta de desintoxicación, que consistía básicamente en pollo a la plancha, avena y vegetales, pero no le funcionaba, pues estaba acostumbrado a otro tipo de alimentos, así que decidió experimentar:
Tuve una dieta durante un mes y ya estaba teniendo el impulso de darme atracones. Fue entonces cuando dejé la dieta saludable y me di cuenta de que si comía porciones normales de mis comidas favoritas, no tendría esos deseos. Mi peso bajaba cada semana y todavía podía comer esos alimentos deliciosas. Fue increíble.
¡Y funcionó! Se aseguró de comer solo 2,000 calorías por día, ya que antes comía 8,000, y su metabolismo comenzó a hacer que bajara de peso, sin necesidad de privarse de lo que le gusta, pero ahora en menor cantidad.
Anteriormente se desayunaba tres sandwiches de Mc’Donalds con dos papas hash brown; para la comida, hamburguesas y papas fritas; en la cena, una pizza grande, entera; además, durante el día consumía una gran cantidad de papas fritas, Cheetos, dulces y de 9 a 10 refrescos.
Algunas personas necesitan 2,000 calorías para mantener su peso, pero para mí que pesaba tanto, comer 2,000 calorías significaba perder un kilo por semana.
Respecto al gimnasio, señaló:
Es para no quedarme atascado con el exceso de piel. No pasé mucho tiempo en el gimnasio y todavía no lo hago. No es el tipo de persona que soy.
Parece muy fácil lo que ha hecho para conseguir el físico que ahora tiene, además de que ha desaparecido el dolor de espalda que padecía y dice tener mayor energía. Se siente tan bien que ayuda a otras personas a perder peso a través de su nueva forma de alimentarse.
Ahora desayuna un yogurth griego y avena; come un wrap de jamón y huevo; cena dos rebanadas de pizza, y de postre, un helado con infusión de proteína. La bebida es agua y una malteada de proteína. Claro, también de vez en cuando se come una hamburguesa y unos Cheetos, siempre y cuando no exceda el número de calorías diarias.
Ya tiene 6 años que logró bajar de peso y ha seguido intentando técnicas para mantenerse:
A veces no tomo nada más que una taza de café para el desayuno, refrigerios muy bajos en calorías durante todo el día y luego una cena de 1,600 calorías a las 7 p.m. A algunas personas no les gusta la idea, pero realmente me gusta y ha estado funcionando.
Su motivación ahora, dijo, es entrenar a otras personas, y eso es lo que lo hace mantenerse firme en su dieta y conservar un buen físico.
Me ha mantenido intacto. Mientras entrene a alguien, se que no puedo dejarme llevar.
Si quieres pasar de verte así:
A lucir de esta manera:
Empieza desde hoy a bajar las calorías que consumes, tal vez te funcione como a Anthony…