Rusia no ha dejado de vigilar el conflicto entre Corea del Norte y sus aliados y Estados Unidos y sus aliados. Recientemente se dio a conocer que como parte de esas acciones, utiliza un avión de avanzada tecnología para espiar la actividad en la zona de conflicto.
El avión de reconocimiento vuela alrededor de la península de Corea; estuvo pendiente de las maniobras Ulchi-Freedom Guardian que reúnen a 20 mil soldados estadounidenses.
Llamado Beriev A-50U tiene la capacidad de monitorear hasta 150 objetivos a la vez en un radio de 230 kilómetros, mientras reporta en vivo la información.
El gigante ruso además da seguimiento hasta a 150 blancos al mismo tiempo con el radar. Éste se suma a la flota de aviones de caza que enviaron a sobrevolar las aguas internacionales cercanas a la península asiática.
El “abejorro” empezó a operar en 1984 y sigue en funciones aunque se dejó de fabricar en 1992. Su radar tiene un alcance de 400 kilómetros y sirve más que nada para detectar blancos.
Estos aviones son muy vulnerables, por lo que siempre vuelan escoltados por aviones de caza. En esta ocasión, dos Mig-31.
El avión puede volar hasta siete mil 500 kilómetros, abastecerse en el aire y coordinar el trabajo de los aviones caza.
El Beriev recorrió el océano Pacífico, el mar de Japón, el mar Amarillo y el mar de China Oriental. La flota de aviones de guerra también incluyó dos bombarderos nucleares TU-95MS y dos cazas SU-35S.
La tensión es tal que los aviones fueron escoltados por cazas de Corea del Sur y de Japón, los aliados de Estados Unidos. Según el gobierno ruso, se trató de un vuelo de rutina.
Las tropas que se encuentran haciendo maniobras son cerca de 70 mil, sumando las 50 mil de sudcoreanas y las casi 20 mil de Estados Unidos.
Corea del Norte ha dicho que los ejercicios militares de sus oponentes son una “expresión de hostilidad” que podrían volverse “combates reales”.
Hace unos días también el gobierno de Corea del Norte hizo sus escaramuzas cuando lanzó un misil que pasó por encima de Japón.
Rusia considera que los ejercicios militares de los aliados de Corea del Sur no contribuyen a enfriar los ánimos, y en voz de su vocera, Maria Zakharova, los calificaron como un “ejercicio desafortunado”.