Hay personas que no sueltan el teléfono u otro dispositivo para nada, incluso en las circunstancias más extremas porque es más fuerte el impulso de documentar y compartir lo que está sucediendo. La siguiente historia es la prueba de lo que estamos diciendo, pues un hombre viajaba en un vuelo que de pronto cayó al mar, pero no dejó grabar con su cámara.
Ferdinand Puentes iba en un vuelo que tenía poco de haber salido hacia Hawái cuando la nave perdió potencia en sus motores y terminó impactando contra el océano, algo que solo de imaginarlo resulta aterrador. A pesar del miedo, este hombre siguió grabando con su GoPro mientras se encomendaba a todos los santos para salir bien librado.
El piloto hizo el anuncio de que había problemas y que la aeronave tendría que descender en el océano. Lo que llama la atención en el video de Ferdinand es que los nueve pasajeros conservaron la calma, no hubo gritos o caos y eso ayudó para que todo saliera bien. En cuestión de minutos, el avión impactó con el agua, pero de una forma que no ocasionó lesiones en los viajeros.
Casi de inmediato, el avión se empezó a llenar de agua, por lo que los pasajeros sacaron el equipo de emergencia y se colocaron los salvavidas para salir y arrojarse al mar, a la espera de que llegaran los equipos de rescate. Sin duda, momentos muy tensos, pero supieron cómo actuar. Ferdinand recuerda que su cuerpo estaba bien, pero empezó a sentir que sus nervios estallaban.
Aunque todo parece en calma en el video, el piloto resultó con lesiones en el rostro al momento del impacto y, por desgracia, Loretta Fuddy, de 65 años, no sobrevivió a este accidente debido a un infarto ocasionado por el miedo que vivió durante el accidente. Después de nadar un poco, llegaron a la orilla para ser atendidos. La mayoría sufrieron lesiones leves, pero, eso sí, tuvieron crisis nerviosas por lo que acababan de pasar y no era para menos.
Sin duda es un video impactante porque en un momento como ese no se sabe cómo se podría reaccionar, lo que nos demuestra que lo mejor es mantener la calma lo más posible, pues así se pueden tomar mejores decisiones ante situaciones críticas como la que Ferdinand logró captar con su cámara.