En el fondo, los Juegos Olímpicos suelen tratarse de grandes historias humanas. El esfuerzo, la determinación y la humildad de los atletas terminan por cautivar a los espectadores y les otorgan la gloria más allá de la medalla, convirtiéndolos en ídolos, referentes y ejemplos de vida. O al menos eso pasa la mayoría de las veces.
Sin embargo, la gloria olímpica tiene su contraparte. Aunque parezca difícil de creer, la historia de esta gesta deportiva ha tenido a sus campeones oscuros. El caso de cada uno de estos cinco atletas te enseñarán que la ambición, la corrupción y el crimen también puede darse en los deportistas de alto rendimiento.
1. Tonya Harding
Harding fue la mejor y más famosa patinadora de su tiempo. Revolucionó el patinaje con increíbles piruetas que nadie más se atrevía a realizar y que para otros eran imposibles. La atleta entrenó desde niña y a pesar de tener que enfrentarse a graves crisis económicas, logró salir adelante y convertirse en la mejor. Por esta razón se cree que le fue muy difícil aceptar que alguien más pudiera superarla. Se especula que, cuando vio que otra patinadora podría arrebatarle su trono, la envidia la poseyó y empezó a tramar un plan para que nadie pudiera quitarle su lugar.
Esa otra patinadora se llamaba Nancy Kerrigan, quien era todo el contraste de la personalidad de Harding: dulce y graciosa pero igual de buena. En 1994, cuando estaba entrenando en Detroit, Kerrigan fue atacada por un hombre que le molió las rodillas a palos. Las cámaras que acompañaban a Kerrigan en su camino a las Olimpiadas no pudieron captar el asalto, pero sí a la patinadora siendo atendida entre lágrimas y preguntándose “¿Por qué?” mientras pedía ayuda a los doctores que la atendían. Meses después se encontraría culpable del ataque al esposo de Harding, quien diría que la mente maestra detrás del crimen fue su esposa. Por lo que esta fue retirada del deporte de por vida. El caso de esta patinadora artística se volvió tan célebre que recientemente se estrenó una película protagonizada por Margot Robbie basada en su vida.
2. Oscar Pistorius
Pistorius fue un atleta olímpico que saltó a la fama después de hacer una campaña mediática para que lo dejaran competir contra atletas que no tuvieran ninguna discapacidad. Tras varias polémicas con el tribunal de arbitraje deportivo, consiguió participar en los Juegos Olímpicos del 2012 celebrados en Londres e hizo historia, pero tan solo un año después, su logró se ensombreció al ser llevado a juicio por el asesinato de Reeva Steenkamp, su novia.
Según los informes, Pistorius le disparó cuatro veces y le golpeó la cabeza con una palo de cricket. Según el atleta, este confundió a su novia con un ladrón, versión poco sostenible que lo llevó a los tribunales una y otra vez. En 2017 se le dio su última condena: 13 años de cárcel.
3. Lance Armstrong
Armstrong dominó el mundo del ciclismo durante muchos años y fue el gran ganador del Tour de Francia. Además, después de haber vencido el cáncer, se le consideraba una leyenda viviente. Pero este título y el cariño unánime de todo el mundo se desvanecieron debido a un gran escándalo.
Luego de ser siete veces campeón, en 2012 se le retiraron todas sus medallas a partir de 1998, pues se le comprobó el uso de EPO, testosterona y transfusiones de sangre que mejoraban su rendimiento en las competencias. La indignación fue grande en el mundo del deporte y el ciclismo quedó marcado para siempre.
4. Marion Jones y Tim Montgomery
En su momento, Marion Jones fue la mujer más veloz sobre el planeta. Las Olimpiadas de Sídney 2000 fueron su mayor éxito, pues ganó cinco medallas. Pero luego de que su primer esposo, el atleta C. J. Hunter, fuera declarado culpable de consumir drogas para mejorar su rendimiento, ella también fue puesta bajo sospecha.
En el 2002 se volvió a casar con Tim Montgomery y fueron conocidos como la pareja más veloz del mundo. Sin embargo, tiempo después volvieron las sospechas de dopaje. En 2007 sería encontrada culpable de haber consumido drogas durante las competencias de Sídney y le fueron retiradas su medallas. Pero eso no fue todo, ya que en 2008 fue sentenciada a seis meses de cárcel por haber participado en una estafa de cheques falsos. Además, Montgomery fue sentenciado a 10 años de cárcel por haber hecho un fraude por cinco millones de dólares.
5. Guy Drut
Este campeón olímpico de salto de valla logró el oro en el año 76 y plata, en el 72 en los Juegos de Múnich. Debido a sus logros en el atletismo, a Drut no se le condenó por haber participado en un caso de corrupción política en el año 2005. El francés fue perdonado por el entonces presidente Jacques Chirac, pues en su opinión, el atleta había dado un enorme servicio a la nación francesa como deportista. El crimen por el que solo obtuvo una sentencia suspendida de 15 meses tenía que ver con la malversación de fondos en contratos de construcción y empleos fantasma.