Caballeros, el ser humano siempre se ha hecho una pregunta que incluso le ha quitado el sueño a varios: ¿Hay vida en otros planetas? Pues bueno, en lo alto de la atmósfera tóxica del planeta Venus, científicos en la Tierra han descubierto signos de lo que podría ser vida… Y estamos emocionados.
Aunque aún no se tiene una respuesta oficial a la mítica pregunta, este lunes se dio a conocer que en este planeta fue descubierto gas fosfano en su atmósfera, lo que indicaría que ese planeta podría albergar vida o que hubo alguna vez, según señaló la revista científica Nature Astronomy.
Las observaciones de los telescopios James Clerk Maxwell, en Hawái, y Gran Milímetro/Submilímetro de Atacama, en el desierto de Chile, en 2017 y 2019, han permitido a los científicos dar con este hallazgo.
Los astrónomos de la Universidad de Cardiff sugirieron que Venus, que lleva el nombre de la diosa romana de la belleza, “podría acoger procesos fotoquímicos o geoquímicos” que podrían implicar la existencia de vida microbiana en el planeta, aunque aún no es oficial, pues primero se tendrán que hacer más observaciones y pruebas.
Este descubrimiento resulta alentador, pues todos los signos apuntan a la fosfina, y mucha de ella, en un rango de 5 a 20 partes por mil millones. Aunque esos números pueden parecer pequeños, eso es miles de veces más que lo que hay en la atmósfera de la Tierra.
Los astrónomos habían planeado completar observaciones telescópicas adicionales a principios de este año, pero la pandemia de Covid-19 y el tiempo limitado de Venus sobre el horizonte interfirieron con su capacidad para reunir más evidencia, dejando muchas preguntas sin respuesta.
Algunos investigadores cuestionan la hipótesis, y sugieren que el gas podría ser resultado de procesos atmosféricos o geológicos inexplicables en un planeta que sigue siendo misterioso. Pero el hallazgo también alentará a los científicos a preguntarse si la humanidad ha pasado por alto un planeta que alguna vez pudo haber sido parecido a la Tierra.
Tal vez se pregunten, ¿qué demonios es la fosfina y por qué tanto alboroto? Bueno, la fosfina (PH3) es un gas incoloro que puede formarse en pequeñas cantidades por la degradación de materia orgánica, pero esto no implica que su existencia sea porque ha habido vida en Venus. Verán, la descomposición es la fuente principal de fosfina en la Tierra, pero eso no quita que pueda formarse de forma abiótica, o sea, sin que la vida influya.
Por ejemplo, desde hace más de 30 años se sabe que la fosfina está presente en algunas capas de las atmósferas de Júpiter y Saturno, donde no parece haber muestras de vida, por lo que los científicos, investigadores y astrónomos tendrán que indagar un poco más.
Venus, a menudo llamado el gemelo de la Tierra, tiene aproximadamente la misma masa que nuestro planeta. Muchos científicos piensan que Venus estuvo alguna vez cubierto de agua y poseía una atmósfera donde la vida, tal y como la conocemos, podría haber florecido. Mientras que la Tierra se convirtió en el hogar para medusas, helechos, dinosaurios y el Homo sapiens, Venus no evolucionó de la misma manera.
Hoy, el segundo planeta desde el Sol tiene una atmósfera sofocada por gas de dióxido de carbono y temperaturas superficiales que promedian más de 800 grados Farenheit (426 grados centígrados). Su densa atmósfera ejerce una presión de más de 91 kilogramos de fuerza por centímetro cuadrado sobre cualquier cosa en la superficie, lo equivalente a estar a 914 metros bajo el agua en el océano.
Entonces, evidentemente no es un lugar que facilite las expediciones o investigaciones, aunque eso no significa que no se hayan probado. Los programas espaciales han mandado docenas de misiones robóticas a Venus, muchas de ellas en la serie Venera, de la Unión Soviética, pero el planeta derretía y aplastaba las naves en cuestión de minutos al aterrizar ahí. De todos esos intentos, solo dos lograron capturar imágenes directamente de la superficie del planeta.
Mientras que Marte está actualmente rodeado de orbitadores y merodeado por vehículos de la NASA, Venus está siendo estudiado por una sola sonda, la solitaria nave espacial japonesa Akatsuki. Las misiones futuras al planeta siguen siendo meros conceptos.