Con motivo de la elección del nuevo Superman, quien será interpretado por David Corenswet, las opiniones negativas no tardaron en aterrizar en todas las redes sociales desde el planeta “ningún chile me embona”, pues siempre (o casi siempre) que hay recast de personajes queridos suelen atacar al nuevo incauto que todavía ni demuestra de lo que es capaz.
El señalamiento principal que le han hecho al actor estadounidense de 29 años es el que le hacen a casi cualquier intérprete que ganó un papel como superhéroe: el de no ser suficientemente musculoso. Lo que muchos olvidan es que un gran porcentaje de estos actores no audicionan con cuerpo de Hércules, sino que lo ganan con entrenamiento.
En este sentido, la fotografía del anterior Hombre de Acero, Henry Cavill, ha tomado relevancia, pues está sirviendo para comprobar que él tampoco llegó con sus conocidos brazos de ancla que enamoraron a hombres y mujeres por igual.
De hecho, en aquel entonces, las razones que llevaron a Zack Snyder para elegir al novio de todos como Superman no fueron físicas, en realidad, fue su carisma e inocencia lo que lo catapultaron a coronarse como el elegido, porque, siendo honestos, si Snyder hubiera buscado a un fortachón, Cavill hubiera quedado descartado sin remedio.
Superman necesita un poco de inocencia, por eso cuando Henry se puso el traje y mostró esa clase de autoconfianza serena me hizo pensar: ‘Vale, adelante, este tío es nuestro Superman’.
En conclusión, Henry Cavill hizo un trabajo excelente y su legado será recordado y respetado por todos. Nos queda esperar para ver el trabajo de David Corenswet, quien, como todos, entrenará como loco para llenar el traje.