La pizza es uno de los manjares más famosos de la cocina italiana y la Mafia es la organización criminal más infame de esas tierras, pero nadie sospechaba que uno de los miembros del inframundo delictivo italiano se escondiera como chef de pizzas… probablemente porque suena a la trama de una serie de Netflix de bajo presupuesto. Sin embargo, eso sí ocurrió.
El terrible asesino de la ‘Ndrangheta, Edgardo Greco, de 63 años, se escondió de la justicia por 17 años y pasó tres de estos laborando en una pizzería francesa. El asesino, que fue pieza clave en una guerra criminal, fue condenado a cadena perpetua y el 2 de febrero de 2023, la Interpol y la policía italiana anunciaron su arresto mientras tenía las manos en la masa.
“El pozolero” que se volvió pizzero
Greco fue condenado por el brutal homicidio de los hermanos Stefano y Giuseppe Bartolomeo, a quienes golpeó hasta la muerte con una barra de metal dentro de una pescadería en Cosenza, Calabria, el 5 de enero de 1991. Además, exhumó sus cuerpos tres años después y los disolvió en ácido para ocultar el crimen, lo que lo volvió un pozolero bona fide, aunque no fuera un experto en cocina náhuatl.
Además de “pozolero”, era conocido como un “asesino de prisión”, pues mientras estaba preso, fue acusado de intentar asesinar al capobastone Franco Pino usando una pistola dentro del centro penitenciario. Nacido en Belvedere Marittimo, su vida criminal se desarrolló principalmente en Cosenza, donde servía como brazo criminal de los hermanos Lino y Mario Pranno. Se encontraba oculto desde 2006 cuando fue condenado a prisión de por vida sin estar presente en la corte y ahora, más de 16 años después, ha sido capturado.
El supercriminal atrapado con las manos en la masa
Por haber sido una de las figuras de la mafia más influyente en la región de Bruzio debido a las atrocidades que cometió y su extrema peligrosidad y capacidad para huir de la justicia, Greco es considerado uno de los supercriminales italianos, lo que no quiere decir que tenga superpoderes temáticos, sino que su captura significa un fuerte golpe histórico a las organizaciones criminales italianas.
El operativo para atraparlo se coordinó a raíz de las investigaciones de la policía militar italiana que aclaró que desde 2019 se rastreaba al pillo por medio de la red de apoyo que tenía detrás, lo que finalmente los llevó a Sain-Étienne, Francia. En un trabajo conjunto con las autoridades francesas, la policía italiana confirmó la identidad del criminal y llevaron a cabo su jugada para atraparlo. El fugitivo intentó negar su identidad al principio, pero ya había años de trabajo investigativo detrás del arresto, que fue impulsado por una foto de julio de 2021.
Todo por vanidad: Presumía que su pizza tenía el sazón de la abuela
Por supuesto, Greco, que se hacía pasar por “Paolo Dimitrio” o “Rocco el pizzero”, quería que su negocio de pizzas fuera un éxito, por lo que buscó hacerse publicidad con un artículo que fue publicado por el periódico Le Progres, donde presumía sus ingredientes italianos 100 por ciento frescos y caseros. Además, aseguraba que ensalzaba poéticamente a su abuelita calabresa y decía que deseaba “recrear una rebanadita de su tierra” en su restaurant francés. Pero en todo su afán de echarse flores él mismo, un detallito le salió mal.
Resulta que en el artículo aparecía una foto del orgulloso chef, quien mostraba a la cámara algunas de sus especialidades regionales, lo que fue una pista importante para agarrar al criminal. Afortunadamente para las autoridades italianas, el artículo venía con dirección del negocio y otros datos importantes, como parte del menú, para catar y verificar si realmente el sazón del restaurante coincidía con el de “la nana” del desalmado criminal. Moraleja, si eres un supercriminal buscado, no publiques tu foto en el periódico para atraer clientes a tu negocio de cubierta.