Cada vez nos sorprende más el llamado arte moderno, pues este expone cosas que muchas veces no consideramos estéticas, como una banana pegada en la pared o, como vimos hace unos meses, una “obra invisible”, por la que pagaron una enorme cantidad de dinero, algo que para unos es un engaño y para otros, una nueva corriente artística para la que es necesario tener un museo.
Ya hay varios artistas, críticos y apasionados del arte que están muy interesados en tener un Museo del Arte Invisible para “exponer” las obras que no se pueden ver, pero que ellos aseguran que existen… Probablemente, este museo estaría ubicado en Nueva York y esto parece sacado de un cuento o una película.
El artista Salvatore Garau ya vendió su obra titulada “Yo soy” por un poco más de 16 000 dólares y le incluyó un instructivo para que supiera dónde y cómo colocar la obra cuando la tuviera en su casa. El actor James Franco “pintó” una obra invisible que vendió en 10 000 dólares y se ha convertido en uno de los máximos impulsores de este nuevo tipo de “arte conceptual”.
De acuerdo a quienes están interesados en la creación del museo, hay obras conceptuales que “son tan geniales, que tienen todo el derecho de no materializarse en el mundo físico”, para vivir por siempre en la imaginación del artista y de los “espectadores”. Eso sí es llevar el arte a otro nivel.
El museo exhibiría una amplia variedad de obras: partituras, esculturas, fotografías, pinturas, películas e instalaciones completas, pero todo invisible… Solo tendrán una descripción de la obra, así como el nombre del artista y el espectador deberá imaginar el resto en un espacio en blanco, ocupado por la “esencia y la energía” de la obra de arte.
La creación de un arte no visible es sin duda un juego de ideas entre artista y espectador. Seducción para el primero por su capacidad de convencimiento y reconocimiento social, y reto para el espectador que debe abrirse a la idea de lo no material como posibilidad de la existencia.
-Rafael Díaz Casas, historiador de arte
Por supuesto que esto ha desatado una enorme polémica, pues hay artistas que se pasan años tratando de crear una hermosa obra de arte, y estos artistas “conceptuales” llegan y venden “nada” por miles de dólares. Estamos ante un movimiento artístico genial y más allá de toda compresión, o bien, ante un fraude monumental. ¿Qué opinas?