Luego de que Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, anunciara que quienes ya se vacunaron contra el covid-19 podían dejar de usar cubrebocas, hubo algunos que manifestaron que hay todavía miles que no lo han hecho, como los antivacunas, lo que representaría un riesgo para la población. Sin embargo, parece que esto no será así, ya que estos han decidido usarlo, pues dicen tener miedo de quienes sí acudieron a vacunarse. No cabe duda de que este mundo está cada vez más loco.
Los grupos de antivacunas tienen una fuerte presencia en los Estados Unidos, aunque hay que decirlo, sus argumentos se basan en creencias religiosas y teorías de la conspiración, realmente no tienen un sustento científico para su renuencia a aplicarse cualquier tipo de vacuna, como la del covid-19, ya que consideran que las autoridades les quieren implantar algún dispositivo para tener total control de la humanidad.
Ahora estos grupos consideran que las personas que ya se vacunaron pueden “transmitir” la vacuna a quienes no lo han hecho, por eso decidieron protegerse y ahora sí están usando el cubrebocas, algo que debieron hacer durante toda la pandemia. Al menos la propagación del virus ya no será un riesgo tan grande, pues en Estados Unidos está muy avanzado el proceso de vacunación.
De acuerdo a las teorías de los antivacunas, quienes ya se vacunaron podrían “contagiar los daños colaterales” a quienes decidieron no hacerlo, aunque no sabemos exactamente cómo es que esto pudiera ocurrir. Según ellos, entre estos “daños” estaría ocasionar infertilidad en hombres y mujeres, además de “abortos espontáneos”, a pesar de que varios expertos han explicado que es imposible que una vacuna se transmitiera de una persona a otra.
Un pediatra de Nueva York de nombre Larry Palevsky apareció en una transmisión en vivo donde dijo que sí era posible transmitir “algo” de la vacuna y pidió que se “señalara” a las personas vacunadas para así evitarlas en las calles. A partir de ahí se desató esta idea de alejarse y empezar a usar cubrebocas. En algunos lugares ya se están haciendo estas separaciones, como en una escuela privada en Miami, donde se le pidió a los maestros vacunados que no se acerquen a estudiantes antivacunas.
Todo esto suena a una locura, pero dentro de lo malo viene lo bueno, ya que había cierta preocupación porque los antivacunas se negaban a usar cubrebocas y eso implicaba un alto riesgo de que continuaran los contagios y las muertes. Además, sería más complicado llegar a un mejor control de la enfermedad. Sin embargo, ahora que ya están usando los cubrebocas, este riesgo bajará.