Actualmente nuestra vida gira alrededor del coronavirus, las noticias sobre esta pandemia inundan las redes sociales y programas de noticias. Para poder salir adelante no hay mejor solución que quedarnos en casa y esperar a que esta crisis pase.
Quienes están aprovechando nuestro encierro son los animales salvajes, a quienes el virus parece no afectarlos y han aprovechado que las calles se encuentran solas para regresar a sus hábitats originales.
Es más, hasta animales que se pensaban extintos se han dejado ver, como esta civeta de Malabar, un pequeño mamífero de las regiones tropicales del suroeste de la India, especie que se creía extinta y fue un gran hallazgo poderla contemplar de nuevo.
La criatura fue vista y fotografiada por una persona en la ciudad de Meppayur, en Kerala, India, quien no perdió la oportunidad de tomar un video a tan exótico animalito. Poco a poco la imagen se hizo viral y ha sido compartida alrededor del mundo.
Una civeta malabar —normalmente nocturna— por un paso de zebra en pleno día en la ciudad de Meppayur, Kozhikode, Kerala, India. Se suponía, desde 1990, que era una especie extinta.
pic.twitter.com/nZu71V5WBQ— Aurelio Asiain🗣️ (@aasiain) March 27, 2020
Sin embargo no todo pinta bien para este civeta de Malabar (Viverra civettina), ya que el Servicio Indio Forestal señaló que este animal en particular está enfermo, por eso camina de una forma extraña y salió de día cuando en realidad la especie tiene hábitos nocturnos. Aún así, su aparición da esperanza, pues quiere decir que podría haber más mamíferos sanos en la zona.
Al parecer, esta es una de las 33 especies que conforman la familia de las civetas de Malabar de manchas grandes, y es una de las 14 que están en peligro de extinción. De hecho, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga su estatus como “posiblemente extinto” o de “situación desconocida”.
El último registro que se tenía de una civeta data de 1987, y pasaron décadas sin saber de nuevo del mamífero, por lo que se le creía extinto. Esperemos que más ejemplares de este animal sigan escondidos.
Y, bueno, este es solo un ejemplo de que la madre naturaleza está aprovechando la contingencia para reclamar lo que es suyo.