Matthew Hogg tiene 37 años y hace 20 sufre de una extraña condición que lo hace tener los efectos de una borrachera permanentemente, sin la necesidad de haber consumido ni una gota de alcohol.
Si piensas que te gustaría sufrir de la misma condición y estar borracho todo el tiempo, déjame decirte que no es nada divertido, pues el “síndrome de autodestilación” hace que el cuerpo tenga mucha levadura y cada que se consuma azúcar o hidratos de azúcar, se convierten directamente en etanol que es absorbido por la corriente sanguínea provocando borracheras y las consecuentes resacas.
Quizás al principio, puede parecer que vivir borracho todo el tiempo es casi un superpoder: cuando vas de copas, no necesitas ordenar nada para estar en ambiente; siempre estas un poco ebrio para hacer esas cosas que dan miedo, como hablar con una chica; y claro, siempre estarás en medio de una fiesta, sin la necesidad de tomar nada. Sin embargo, no faltan las jaquecas, la fatiga crónica, los dolores musculares, el deterioro mental y anímico, así como las borracheras en los momentos menos oportunos.
Estos son algunos de los malestares con los que se enfrenta Hogg desde hace 20 años, quien recuerda sufrir de molestias desde la infancia, pero los primeros diagnósticos señalaban que padecía el síndrome de fatiga crónica (CFS, por sus siglas en inglés) y el síndrome de colon irritado, lo cual le hizo asistir a clases solamente en un 60 o 70 por ciento:
“Créanlo o no, me gustaba todo de la escuela, así que me aseguraba de acudir lo más posible. Con toda la atención puesta en el CFS, pasó mucho tiempo antes de que me diera cuenta de que algo inusual y significante estaba pasando, específicamente en mi abdomen”, cuenta en una entrevista para LAD Bible.
Luego, en su adolescencia, se empezó a percatar que tenía síntomas poco usuales, dolor estomacal y una especie de resaca mezclada con intoxicación, todo el tiempo. Entre el 2000 y 2001 fue diagnosticado con el síndrome de autodestilación, por el Dr. Eaton, en Londres, después de que su familia hubiera gastado más de 64,000 dólares en sus cuidados.
“Hacia el final de mi adolescencia experimenté un severo empeoramiento de los síntomas, como gases e hinchazón después de las comidas; tan severo, que podía sentir el burbujeo de la fermentación en mi bajo abdomen”. Menciona, para una entrevista en Vice.
Sin embargo, Hogg continuó con su vida normal incluso fue a la universidad a disfritar de toda la experiencia de estudiante, para vivir en residencias con sus compañeros y salir de fiesta, Aunque esta etapa no duró mucho, pues los dolores físicos y mentales le hicieron imposible continuar su carrera de Ciencias de la Computación y regresó a casa tras dos semestres.
Cuando lo visitaban sus amigos, todos llegaban a la conclusión de que se veía muy mal, muy amarillo y empeoraba tan sólo por comer algo de cereal, arroz o papas:
“Experimentaba severas resacas alcohólicas que, por lo general, eran peores a la mañana siguiente de haber ingerido alguna comida con alto contenido de hidratos de carbono. Sufría martilleantes jaquecas, unas náuseas terribles, en ocasiones vomitaba y sufría deshidratación, resequedad en la boca, sudores fríos y temblor en las manos. Era como si la noche anterior hubiera salido y dejado seco el bar, pero sin haber consumido nada de alcohol”.
Las consecuencias para su vida personal y laboral también eran devastadoras. Tras abandonar la universidad, regresó a casa para intentar trabajar, pero su estado no lo dejó hacerlo, así que decidió pedir un apoyo al gobierno por incapacidad y aunque no se lo dieron por el síndrome de autodestilación, todo su historial clínico que incluye sus problemas de colon irritado, fatiga crónica, depresión y ansiedad fueron suficientes para obtener el apoyo.
Se mantuvo a base de éste hasta el año 2008, desde esta época sustenta sus gastos gracias a sus padres y a su novia Mandy. En este tiempo se ha dedicado también a hacer un sitio web con información de importancia sobre su enfermedad, para servir de ayuda a otras personas que tienen el mismo problema. Dicho sitio ha levantado el interés de algunos medios de comunicación nacionales e internacionales, porque ha llevado al síndrome de autodestilación a hacerse visible en la sociedad:
De vez en cuando, Hogg ha utilizado las azucares o carbohidratos con fines recreativos, para ponerse un poco alcohólico, pero prefiere mantenerse con su dieta paleolítica y llevarla de forma rigurosa, comiendo solamente carnes, semillas y nueces, logrando que su padecimiento se mantenga controlado sin que desaparezca por completo y siempre se sentirá un poco borracho, de por vida.
Así que, si alguna vez te has preguntado qué se siente estar constantemente borracho, Matthew Hogg te puede decir que no se siente nada bien.