Sabemos lo desesperantes que han sido estos meses en cuarentena y lo mucho que nos ha costado mantenernos en casa mientras la pandemia por el coronavirus se calma; sin embargo, me atrevo a decir que la mayoría de nosotros estamos más preocupados por los peligros de dejar nuestro hogar que nuestras ganas de andar en la calle.
Ahora bien, los primeros que deberían estar poniendo el ejemplo a la sociedad son justamente quienes emiten estas reglas sociales y de salud. Me refiero a los políticos, pero parece que un alcalde en Perú está más preocupado por echarse unas chelitas con los compadres que seguir las normas de salud y la sana distancia.
Pero si creen que eso es lo grave de este asunto, esperen a escuchar el resto de la historia: el hombre se hizo el muerto y se metió en uno de los ataúdes destinados a las víctimas del Covid-19, ¡para evitar ser arrestado! ¡Qué descaro!
Esto ocurrió el pasado 18 de mayo en Tantará, distrito donde Jaime Rolando Urbina Torres es alcalde. El funcionario creyó que sería buena idea salir de casa con sus amigos y trasgredir el toque de queda y medidas de distanciamiento social, decretadas por la emergencia sanitaria que se vive en Perú en medio de la pandemia por el Covid-19.
Urbina y sus amigos fueron a beber a un bar de la localidad que se supone debería estar cerrado. El grupo comenzó a hacer mucho ruido y los vecinos del lugar terminaron llamando a la policía, cuyos agentes se presentaron en el lugar rápidamente.
Al escuchar las patrullas arribar al local, el alcalde y sus amigos se “escondieron” dentro de unos ataúdes de madera sin tapa y simularon estar muertos, víctimas del coronavirus, y así evitar ser arrestados. Ahora bien, no sé si son muy tontos o estaban muy borrachos, pero obviamente ese plan jamás iba a funcionar, pues pronto fueron descubiertos y detenidos ante las risas de los oficiales.
Todos los involucrados fueron trasladados a la comisaría de la localidad, donde se determinó que Urbina Torres y sus amigos estaban bajo los efectos del alcohol en el momento de su detención, algo obvio, pues es un hombre que SE HIZO EL MUERTO PARA EVITAR SER ARRESTADO.
De acuerdo con distintos medios peruanos, esta es solo una de las tantas cosas por las que la gente de Tantará está inconforme, ya que la manera en que Urbina ha manejado el tema de la pandemia ha dado mucho de qué hablar. “El 9 de mayo fue obligado a asistir a una reunión comunal de emergencia en la Plaza de Armas de Tantará debido a que los moradores le reclamaban una supuesta desatención en medio de la pandemia”, informaron los habitantes de la localidad.
El hombre es conocido por haber declarado cosas como que el Covid-19 solo habría permanecido ocho días en Tantará, y que él solo salía de casa para “hacer gestiones”… Ahora sabemos qué tipo de gestiones realizaba el alcalde.
Y bueno, aunque no podemos negar que la historia es completamente graciosa, como decíamos en un principio, son nuestros representantes los que deben poner el ejemplo a la sociedad, pues sus acciones pueden ser tomadas como un permiso para hacer lo mismo, violar la cuarentena y ponernos en riesgo de un contagio mayor.