Los clientes en cualquier área pueden ser muy fastidiosos, pero al final “ellos tienen la razón” y aunque no estés de acuerdo con sus gustos y decisiones, debes acatar lo que te pidieron, de lo contrario, es probable que no te quieran pagar, como lo que le sucedió a los contratistas Terry James Gregory y Jordan Cazares al encontrarse con un cliente insatisfecho.
Los dos trabajadores fueron a la casa de Amber Trucke en Colorado Springs para remodelar su baño, pero el trabajo que realizaron no fue del agrado de la clienta y se negó a pagar lo que habían acordado. Ante esta situación, ambos empleados decidieron que si no les iba a pagar, entonces no tenía derecho a utilizar este lugar ya renovado.
Amber Trucke llamó a la empresa Dream Home Remodels of Colorado para que hicieran varios trabajos de remodelación en su baño. Terry y Jordan realizaron el trabajo, por el que cobrarían 7555 dólares, pero la clienta solo les había pagado 3330, diciendo que antes de liquidar la cuenta debía probar la plomería y revisar algunos detalles, porque no estaba contenta con el trabajo realizado.
Como habían pasado varios días y el pago no se realizaba, Terry y Jordan regresaron al domicilio con mazo y sierra en mano. Amber no se encontraba en la casa, así que la amiga con la que vive les abrió, pensando que tal vez iban a recoger algún material o a terminar detalles pendientes, pero se sorprendió cuando Terry empezó a gritar: “¿Quién me va a pagar?” y luego comenzó a destruir lo que había remodelado.
La amiga de Amber captó el momento en video y lo compartió. Terry decía que había pasado semanas en ese trabajo y que había invertido dinero y esfuerzo para que al final no le pagaran. Sin embargo, la clienta insistió en que no estaba sorprendida por el trabajo, que no era lo que esperaba y que debía estar segura de que la plomería funcionara antes de pagar el resto.
Por su parte, Terry dijo que además de no pagar, Amber estaba mintiendo, porque luego de unos días no contestaba los mensajes ni las llamadas y como copropietario de la empresa decidió ir a retirar algunos de los materiales que había colocado, como la ducha, y de una vez, retirar los azulejos que había colocado.
Había varios otros proyectos incluidos en el contrato que ella tampoco estaba dispuesta a pagar, entre ellos un tocador, un espejo, una lámpara, dos ventiladores de techo, trabajos de plomería, arreglos de marcos podridos en sus paredes y un reemplazo de la puerta exterior.
– Terry
En una entrevista con medios locales, Amber comentó que más allá de la destrucción del baño, sintió vulnerada su seguridad, pues entraron a su casa con mazos y otras herramientas y, sin más, empezaron a destruir el baño. Después de lo sucedido, la cliente dijo que llevará el caso ante un tribunal y la policía ya se encuentra investigando lo sucedido.
Terry insiste en que durante las semanas que estuvieron trabajando nunca hubo algún señalamiento de que algo estuviera mal, sino que las supuestas quejas de Amber comenzaron cuando ya habían terminado y era el momento de cubrir lo que faltaba del pago, lo que parece indicar que era solo un truco para evitar pagar. ¿Quién tendrá la razón en este caso?