Seguro te ha pasado que cuando tu equipo va perdiendo en la final del torneo y quedan solo unos minutos empiezas a sentir angustia, ansiedad, te sudan las manos, todo te parece negativo, en fin, el estrés se apodera de ti.
Esto se repite en varios momentos: si tu equipo va a tirar un penalti que es crucial; si le marcan uno en contra; si se lesiona la estrella del equipo; si el delantero falló una oportunidad clara; si el portero soltó el balón y terminó en gol. Prácticamente durante todo el partido estás sometido al estrés y esto lo ha confirmado una investigación de la Universidad de Oxford.
Uno de los primeros hallazgos de los investigadores fue acerca de la creencia popular de que los hombres son más apasionados a este deporte y por lo tanto, sus reacciones son más intensas, pero los resultados arrojaron que no hay una diferencia significativa entre el estrés por el que atraviesa un sexo o el otro.
Los fanáticos que están fuertemente fusionados con su equipo, es decir, que tienen un fuerte sentido de ser “uno” con su equipo, experimentan una mayor respuesta de estrés fisiológico cuando miran un partido. Los fanáticos que son partidarios casuales también experimentan estrés, pero no tan extremo.
—Martha Newson, investigadora del Centro de Estudios de Cohesión Social, Universidad de Oxford
Los investigadores estudiaron las reacciones de los aficionados brasileños durante la histórica goleada de 7-1 que les propinó la selección alemana durante el Mundial del 2014.
Notaron que los niveles de cortisol, una hormona que provoca el aumento de la presión arterial y que se constriñan los vasos sanguíneos, por lo que puede ocasionar daños severos en el corazón, se elevaba de forma peligrosa.
Esta hormona también provoca una sensación de “muerte inminente”, por lo que hay sentimientos de vacío y desesperanza, más en una situación como ese partido que resultó desgarrador para los aficionados brasileños, quienes finalmente se consolaron entre ellos, con bromas y abrazos, lo que hizo que los niveles de cortisol se normalizaran.
Para esta investigación se tomaron muestras de la saliva de fanáticos que vieron el partido, así se pudo determinar el nivel de cortisol, y también esto permitió emitir algunas recomendaciones.
Los clubes pueden ofrecer exámenes cardíacos u otras medidas de salud a los fanáticos altamente comprometidos, que corren mayor riesgo de experimentar más estrés durante el juego. Las estrategias que apuntan a reducir las hormonas del estrés después de partidos particularmente intensos podrían ayudar a reducir los incidentes de vandalismo y violencia.
—Martha Newson
Además, altos niveles de esta hormona también provocan aumento de peso y riesgo de sufrir un infarto al corazón, así que si eres un aficionado, sabemos que es difícil, pero tómatelo con calma, a fin de cuentasse trata de divertirse.