Hoy les presentamos a Sumail Hassan, tiene 16 años y ha logrado el sueño de todo chico de su edad (y de la nuestra): ha ganado 6.63 millones de dólares jugando Defence of the Ancients 2, un famoso juego de video en línea.
En la primavera de 2014, después de una década de problemas con los visados, la familia Hassan se mudó de su espaciosa casa en Karachi, Pakistán, a un apartamento en Rosemont, un suburbio de Chicago, cerca del Aeropuerto Internacional O’Hare.
Eran una familia de ocho, dos padres y seis niños, atascados en un espacio de tres dormitorios. El dinero era apretado y el trabajo inestable; para la mayoría de ellos, el mudarse fue una lucha.
Pero su hijo Sumail, quien entonces tenía 15 años, estaba encantado: estar en Estados Unidos significaba menos tiempo de retraso cuando jugaba Dota2.
Al igual que League of Legends y otros juegos en línea multijugador gratuitos, Dota2 recompensa a los obsesivos como Sumail.
Ubicados en un mundo mítico de ogros, magos y dragones salidos de cuentos de hada, dos equipos de cinco héroes empiezan en esquinas opuestas de un mapa cuadrado disperso por bosques y trincheras de lava, y luchan por hacerse cargo de la base del equipo contrario.
Lo mejor de este juego es que puedes jugar en torneos profesionales, donde equipos de todo el mundo compiten por millones de dólares en premios, y los jugadores más populares, pueden llegar a ganar al rededor de 1,000 dólares, simplemente por transmitir su juego en línea a sus seguidores.
Sumail comenzó a jugar Dota2 cuando tenía sólo 7 años. Ahora, a sus 16, es un joven escuálido, de ojos grandes, que da el mínimo esfuerzo en la escuela, pues la mayor parte de su tiempo la dedica a acumular impresionantes trofeos y credenciales dentro del juego.
Mientras que algunos jugadores son todos estrategia, analizando las fortalezas de diferentes personajes, Sumail es puro reflejo. Su personaje favorito es Storm Spirit, un avatar rápido y evasivo que dispara bolas de relámpagos y deja caer los señuelos que dañan a los enemigos. En pocas palabras, Sumail mata todo a la vista.
Por su parte, la madre de Sumail dice estar orgullosa de su hijo, y lo dejará jugar en tanto no interfiera con sus estudios:
“Me encuentro un poco ansiosa, pero no le puedo negar a mi hijo esta oportunidad, mientras siga asistiendo a la escuela, por mi está bien”
Sin duda, Sumail tiene la mejor suerte del mundo, gana dinero por algo que disfruta y, ahora, es un joven millonario.