Sí hay que tener respeto por los demás, pero a veces se pasan con la forma en que este se exige, sobre todo cuando se trata de figuras públicas poderosas que gozan de la protección de toda la fuerza del estado. Aunque políticos y personajes pudientes suelen ser los que más se benefician de tener influencias, cuando hablamos de la monarquía, ya estamos en las grandes ligas del crimen y castigo en cuanto a cosas de imagen y difamación.
El joven activista prodemocracia de 28 años Mongkol Tirakote, quien se dedica a la venta de ropa en línea, acaba de descubrir lo terrible y estricta que es la ley en su país al ser condenado a 28 años de prisión por hablar mal del rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, en posts de Facebook. Una corte decidió que de entre los 27 mensajes “inapropiados”, 14 de ellos se merecían un castigo y en Tailandia eso significa al menos tres años tras las rejas por cada insulto al rey.
Condenado por posts en internet y no es la excepción
Entre los 27 mensajes que Tirakote publicó en su cuenta de Facebook, 14 fueron considerados insultantes, difamatorios o, de plano, rayando en lo sedicioso por la corte de Chiang Rai. Los otros 13 posts fueron perdonados, ya sea porque se referían al difunto rey Bhumibol Adulyadej, padre del actual rey Maha, o no mencionaban a alguna figura real específica.
A Tirakote se le concedió fianza mientras su caso está en apelación, pero con las condiciones de ni dejar el país ni realizar actos que dañen a la monarquía. Además, se estima que desde noviembre de 2020, 228 personas, incluyendo a 18 menores de edad, han sido acusadas de violar la ley que protege la dignidad de la monarquía.
Recientemente, Tantawan Tuatulanon y Orawan Phupong, quienes también fueron acusadas de la ofensa a la monarquía, fueron liberadas bajo fianza. Sin embargo, anunciaron que revocaban su propia liberación, en solidaridad con otros en espera de juicio por ese tipo de crimen e iniciaron una huelga de hambre tras tres días de su reencarcelamiento, demandando reforma al sistema de justicia.
Eso ha iniciado protestas y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate acerca de la ley que sobreprotege a la monarquía. Se propone que la pena de prisión se reduzca a un año y a multas de unos 9160 dólares máximo. Aunque las protestas prodemocracia, de las que participó Tirakote desde 2020, se vieron detenidas por la pandemia, hasta la fecha siguen las inconformidades y los protestantes son acusados y muy seguido castigados por insultar a la monarquía con sus reclamos.
¿Locura? No. Esto. Es. Tailandia
La ley en Tailandia tipifica la lesa majestad (lesión o agravio contra la majestad) como un delito genérico de orden público e incluye la difamación, insulto o amenaza al rey, a la reina o a un heredero aparente, heredero presunto e incluso a un regente. En Tailandia, dicha legislación ha permanecido en los estatutos desde 1908 y se considera que el país es el único que ha fortalecido su ley de lesa majestad desde la Segunda Guerra Mundial, siendo hoy considerada la más severa del mundo de su tipo y la ley de difamación criminal más estricta. Cada instancia de lesa majestad puede conllevar condenas de 3 a 15 años de prisión.
Claro, lo que se considera insulto tiene un margen muy amplio de interpretación y por ello ha habido muchas controversias. Aunque Tailandia es una monarquía constitucional, la inviolabilidad del monarca la hace asemejarse más a una monarquía absoluta. Es más, esta ley está tan tremenda que incluso te pueden meter a la cárcel por asociación. Por ejemplo, comentarios sarcásticos sobre la mascota del rey han sido considerados actos de lesa majestad.
“Y agradece que no fueron 42 años, chamaco”
A pesar de que los 28 años a los que fue condenado son prácticamente los que lleva de vida, originalmente, la pena iba a ser mucho mayor. La colosal condena por vituperar al rey ascendía inicialmente a 42 años, tres por cada post “inapropiado” publicado por Tirakote, es decir, 14 publicaciones ilegales le ganaron casi medio siglo de prisión, excepto que la Corte le tuvo consideración y redujo su sentencia. Qué detallazo.
Pero no se trata de que los juristas se hayan tocado el corazón y tenido compasión de mandar a un joven a pudrirse en la cárcel durante cuatro décadas, sino que, debido a que el activista cooperó con la Corte, consideraron que podían tenerle cierta consideración y reducir en un tercio el tiempo de su condena, esto es, tan solo dos años por cada post insultante. Aunque hay protestas que dicen que todo el sistema de justicia tailandés tiene problemas, que se evidencian en la aplicación de la ley de lesa majestad, que es usada como herramienta política, parece incierto el futuro de Tirakote, Tuatulanon, Phupong y los demás protestantes.