La Navidad es una temporada de regalos, pero esto no siempre significa que sean solo para el disfrute de uno mismo, sino que puede ser algo para compartir con las personas que más amas. Tampoco se vale solo esperar lo que los demás nos den, sino que uno mismo se puede entregar un bonito presente.
Doug Hayes es un hombre de Oregon y tiene 10 nietos, quienes requieren transporte a la escuela, así que pensando en ellos y su comodidad decidió comprarse un vehículo para cumplir con su amorosa misión.
Para no arriesgarse a que Santa Claus no se lo entregara con la excusa de que no cabía por la chimenea, Doug tomó su dinero y compró este vehículo al que bautizó como “Abuelo Exprés”.
El abuelo disfruta cada día poder llevar a sus nietos, quienes también se la pasan de lo mejor en su compañía.
Los niños siempre han dicho: ‘Genial, nos gusta nuestra escuela, pero nos gustaría poder tener un autobús escolar’.
—Doug Hayes
Un abuelo hace cualquier cosa por sus nietos, así que si ellos querían un transporte escolar había que comprar uno. Ese fue su propio regalo de Navidad y todos lo van a disfrutar.
La situación había sido complicada porque cinco de sus nietos acuden a la escuela pero no cuenta con servicio de transporte y sus padres tienen que ir a trabajar, así que el abuelo se ofreció para llevarlos.
Eso no es todo: previendo que los otros cinco pronto necesitarán también quién los lleve, decidió comprar este vehículo para poder pasar por todos en la mañana, dejarlos en la escuela y luego irse a su trabajo, pasando antes por su automóvil para moverse por la ciudad.
Para muchos esto puede significar una molestia, pero para alguien que ama a sus nietos es todo un placer, por lo que ha señalado: “Se trata principalmente de pasar unos minutos con ellos todas las mañanas”.
Luego de un periodo de búsqueda dio con este vehículo, el cual ya tenía algunas de las adecuaciones necesarias para usarlo como transporte. Doug añadió algunos toques más, como la pintura y por supuesto el nombre: Grandfather Express (Abuelo Exprés).
También le puso un enorme moño, y es que más que un regalo para sí mismo lo es para sus nietos, quienes se encuentran emocionados de regresar a la escuela luego de las vacaciones de la temporada navideña, y claro, de convivir con su abuelo cada mañana.