Hay actos de bondad que nos devuelven la fe en la humanidad y nos hacen ver que aún existe gente buena y generosa en el mundo. Es por esto que historias como la del día de hoy son muy apreciadas.
Derlin Newey es un abuelito de 89 años que trabaja como repartidor de pizzas en Roy, Utah, Estados Unidos. De acuerdo con una entrevista hecha para la cadena KLC, Newey tomó el trabajo de 30 horas a la semana para ganar un poco de dinero extra porque sus facturas mensuales cuestan más de lo que cubre su seguro social.
Aunque admiramos a este abuelito por ser muy trabajador, la realidad es que a sus 89 años él debería estar descansando y trabajando lo mínimo, sobre todo en tiempos de pandemia. Sus clientes ya lo conocen, pues siempre que lleva una entrega lo hace con una sonrisa y con su ya conocida frase: “Hola, ¿buscan algo de pizza?”.
Uno de ellos, Carlos Valdez, comenzó a grabar las entregas de Newey en la puerta principal de su casa y compartió los videos en TikTok (aquí puedes verlos), plataforma social en la que cuenta con 53,000 seguidores, quienes aman los videos del tierno abuelo.
“Es una locura. Todo el mundo lo ama”, dijo Valdez en una entrevista, y agregó que muchos de sus seguidores comentaron su frustración de que Newey todavía tuviera que trabajar. “Alguien de esa edad no debería estar trabajando tanto”.
Los usuarios comenzaron a preguntar la manera de ayudar al abuelo, y a los Valdez se les ocurrió la idea de recaudar fondos con ayuda de sus seguidores para darle una buena propina al alegre repartidor.
“Colectivamente, como comunidad de TikTok, todos nos unimos y pudimos recaudar 12,000 dólares para esta increíble persona”, dijo contento Carlos Valdez, quien fue a la casa de Newey para entregarle el dinero y no estamos llorando, ustedes están a punto de llorar…
https://twitter.com/i/status/1308542316492193792
En el pequeño video podemos escuchar al abuelo diciendo: “No sé cómo les podré dar las gracias. No sé qué decir”, mientras abre el sobre lleno de dinero y rompe en llanto ante este gran acto de generosidad.
“Esto no podría haber salido mejor”, dijo Valdez. “Él necesitaba esto. Me alegro mucho de haber podido ayudarlo. Solo debemos tratar a las personas con amabilidad y respeto, como él lo hace. Se robó nuestros corazones”.