Tener una relación con un banco no es lo más agradable de la vida adulta, pues una vez que estás dentro, no hay vuelta atrás, así que prepárate, porque las llamadas no pararán, así como los engorrosos trámites de ventanilla.
Una abuela vivió su peor experiencia en un banco, pues no solo tuvo que ir presencialmente a hacer un trámite, sino que llegó a hacer fila acostada en una camilla y con un equipo de paramédicos que la estaban cuidando, ya que únicamente podía hacer la renovación de su tarjeta de forma presencial.
Esto sucedió en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, en México, dentro de las instalaciones de una sucursal de CitiBanamex, a donde llegó la señora Dolores Gómez Reyna, de 89 años, quien tuvo que ser trasladada en ambulancia y acompañada por paramédicos de la Cruz Roja Mexicana para realizar el procedimiento burocrático. Doña Dolores tenía que tramitar la reposición de su tarjeta en la que cobra su pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La familia de la señora Dolores hizo lo necesario para tener a la viejecita en casa, ya que tiene problemas de movilidad por una fractura de cadera, así como diabetes y otras enfermedades. Sus familiares buscaron que, ante el poder notarial, tuvieran la potestad de hacer los trámites por su madre, pero cada vez que los intentaron, les pedían más documentos “para tomar medidas”.
Llegar al banco solo fue el primer obstáculo que la señora tuvo que superar, pues una vez en las instalaciones, Dolores tuvo, como los otros clientes, que hacer fila afuera del CitiBanamex mientras abrían las puertas. Estuvo más de 20 minutos a rayo de sol, esperando poder ingresar. Una vez adentro, ante la mirada atónita de los otros cuentahabientes, le pidieron más copias de su credencial de elector.
Mi abuelita ya no camina y su comida es a través de un biberón y duele mucho verla aquí en esas condiciones, afuera del banco y bajo el sol esperando que abran el banco para poder entrar.
—Yulissa Plata, nieta de Dolores
CitiBanamex informó a los familiares que lamenta lo sucedido y se comprometió a evitar que una situación así volviera a pasar. Fotografías de la mujer encamillada dentro del banco circularon en redes sociales, evidenciando la poca flexibilidad que tienen las instituciones bancarias ante situaciones de este calibre.