Las abuelitas siempre se preocupan por la memoria familiar, por las raíces de la vida. Por eso un álbum fotográfico siempre será un libro mágico para ellas. En este caso, no importa que el álbum no sea familiar, sino los momentos que crea, pues esta abuelita gasta toda su pensión para completar el álbum Panini del Mundial.
Ana del Rosario Mulet es la nona de Mendoza, Argentina, que ha decidido poner a disposición su pensión para comprar sobres de estampas del Mundial. La respetable mujer de 75 años gasta su dinero en los afiches de los jugadores de la Copa Mundial porque así hace felices a sus nietos y pasa momentos invaluables con ellos.
Muchos me critican. Me dicen ‘cómo vas a gastar tanto en figuritas’. Yo respondo siempre lo mismo: vivo un momento único con mis nietos. Prefiero gastar la jubilación en paquetes. Nada me llena más. Si usted viera las caritas de mis nietos cuando pegan las figuritas.
La señora Ana se propone llenar el álbum de cada uno de sus nietos, que son quince. Para esto va a la tienda de su confianza y, además, intercambia estampas con otros padres de familia que compran sobres para sus hijos. Es decir, ya tiene toda una red de contactos en la que pueden ayudarse unos a otros a completar el libro.
Yo soy jubilada y pensionada y no es mucha la pensión que cobro. Pero moneda que voy teniendo, no la llevo al banco, compro un paquete de estampas para abrir con mis nietos o un chocolate para regalarles y compartir con ellos.
Por último, la señora Ana ha resaltado las bondades del libro, así sea un álbum, pues asegura que aleja a los niños de los aparatos electrónicos y por el carácter del Mundial les termina enseñando geografía. Sin duda, es una experiencia tratar con libros, álbumes y estampas o fotografías; leer la información en un soporte de papel.
Parece mentira, ¿pero sabe usted lo que aprenden mis nietos? Aprenden un montón de geografía, la ubicación exacta de los países. Aprenden a memorizar. Dígame, con una mano en el corazón, ¿cuántos chicos sabían dónde quedaba Catar hasta ahora? Es una enseñanza indirecta y no se impone. Es una manera muy simple de que ellos absorban conocimientos.
Estar cara a car con sus nietos es lo que hace que los ojos de esta abuelita brillen y lo que marcará para siempre la vida de sus nietos, de eso no hay duda, pues a veces se nos olvida lo importante que es la interacción humana y el amor.
Yo disfruto mucho de completar los álbumes de los Mundiales y compartir este momento con mis nietos, esta forma de comunicación cara a cara y por fuera de internet, que es donde están siempre hoy.