El mundo de los coleccionistas es algo especial y que solo ellos pueden entender, ya que seguramente algunos consideran absurdo pagar millones de dólares por la copia de un videojuego de los años 80, pero para quienes ansían tener una pieza que consideran imprescindible en su colección, cualquier precio es poco con tal de conseguirla. Recientemente, esto sucedió porque alguien pagó dos millones de dólares por una copia de Super Mario Bros.
Hace poco más de un año alguien pagó 114 000 dólares por una copia del primer videojuego de la saga de Mario. Sin embargo, en una reciente subasta realizada por Rally, alguien pagó dos millones, lo que es un nuevo récord, ya que la mayor cifra era de 1.56 millones de dólares que se pagó también por una copia de Mario Bros., pero para el Nintendo 64, con lo que parece que ya no habrá límite para el precio que puedan alcanzar estos juegos retro.
Punks, X-Men, Declarations, and some news…
🏆A NEW WORLD RECORD on Rally🏆
…w/ the $2,000,000 sale of our 1985 Super Mario Bros., marking the HIGHEST PRICE EVER PAID for a video game of any title.
Read more in todays New York Times (cc: @nytimes): https://t.co/mJzEcVMXuQ pic.twitter.com/segsfw6Jw9
— Rally (@OnRallyRd) August 6, 2021
… con la venta de 2 000 000 de dólares de nuestro ‘Super Mario Bros.’ de 1985, marca el PRECIO MÁS ALTO PAGADO jamás por un videojuego de cualquier título.
La copia vendida está en su empaque original, nunca ha sido abierto y todavía está sellado de fábrica. Además, hay especialistas que califican el estado de los videojuegos para asignarles un precio y en este caso se encuentra con una calidad insuperable, pues prácticamente se ve como si fuera de 1985 y recién hubiera llegado a las tiendas. Pero eso no es todo, pues este cartucho formó parte de una edición limitada del juego, lo que le da todavía mayor valor.
En los 80 nadie se imaginaba que el mundo de los videojuegos crecería tanto y tampoco que Mario fuera un ícono de todo este increíble universo por el que ahora se pagan millones de dólares, aunque de forma un tanto paradójica porque este cartucho de dos millones de dólares probablemente nunca será utilizado y permanecerá en su empaque sellado para que no pierda su valor. Así es el mundo de los coleccionistas en nuestros días.