La serie de Netflix Inventando a Anna cuenta la historia de una chica que logró estafar a la socialité de Nueva York usando su carisma y cerebro. Esta historia ha atrapado a más de uno, pues está basada en un hecho real, pero lo que de verdad nos tiene pegados a las pantallas es el personaje de Vivian Kent, pues es interpretado por Anna Chlumsky, el amor platónico de todos los niños que crecimos en los 90.
A pesar de ser una de las actrices infantiles más famosas, Anna no tiene el alto perfil de otras celebridades hollywoodenses, pero aun así, nos ha cautivado a lo largo de su carrera, como cuando la vimos en Mi primer beso (1991) y Buscadores de oro: El secreto de la montaña (1995). Sin embargo, al verla de nuevo en pantalla después de muchos años, no podemos evitar preguntarnos: ¿Qué ha sido de Anna y cómo es que aparece ahora, con un papel tan fuerte, después de sus tiernos inicios? Tratemos de averiguarlo.
Orígenes
Anna nació el 3 de diciembre de 1980 y empezó su carrera desde muy pequeña, pues a los 10 meses de edad apareció por primera vez en una publicidad y a los dos años tuvo su debut en los comerciales. Sin embargo, su primer trabajo en forma fue en 1989, cuando modeló junto a su mamá para una campaña publicitaria, aunque eso no fue más que un preámbulo para el papel que la proyectaría al estrellato.
Mi primer beso
En 1991, a sus 11 años, Anna pasó de ser una actriz infantil desconocida a ser un ícono de la cultura popular al participar, junto con Macaulay Culkin, que apenas el año anterior había filmado la ahora clásica película navideña Mi pobre angelito y había aparecido en el video musical Black & White de Michael Jackson, en la película de Mi primer beso.
La cinta fue un rotundo éxito, recaudando más de 59 millones de dólares. Además, le abrió las puertas para que participara en otros proyectos, como la segunda parte de la cinta y Mamá a tu medida (1994). Sin embargo, poco después de esto, a sus 18 años, desapareció del radar de Hollywood por un largo tiempo. ¿Por qué?
El precio de la fama
Pienso en cómo todo el mundo sueña con ser una estrella de cine y a veces yo, mmh, lo disfruto, y a veces también quiero disfrutar de mi privacidad (entrevista a sus 10 años).
Mis padres me traían saltando entre dermatólogos, buscando un tratamiento mágico para mi piel durante la pubertad, me ponían a hacer ejercicios durante mi tiempo libre, para que bajara de peso (entrevista a sus 41 años).
Al volverse un fenómeno de la pantalla grande, el “valor” de Anna se disparó por las nubes y quienes estaban en mejor posición para explotar esa fama fueron los más cercanos a ella: sus padres, Frank y Nancy. Estos debían protegerla y educarla para que pudiera encontrar su lugar en el mundo, pero, al contrario, la presionaron desde su salto a la fama y durante toda su adolescencia con el fin de que siguiera siendo su minita de oro (irónicamente, más o menos en la época en que participó en Buscadores de oro).
Su vida como mercancía
Incluso su “vida normal” cuando era niña se convirtió en combustible para las ambiciones de sus padres. Parte de la presión sobre Anna venía de que todos esperaban que “se quebrara” y colapsara como muchos otros actores y actrices infantiles antes que ella. Además, como hija única de padres divorciados, se convirtió en proveedora, con la obligación de obtener papeles para traer dinero a la familia. Por si este estrés no bastara, conforme crecía, sus ofertas de trabajo fueron escaseando: ya no parecía la pequeña pícara con la sonrisa retorcida… ni se sentía así. Simplemente era miserable.
Anna, de 41 años, ha llegado a encontrar esclarecedora y catártica la experiencia como periodista en su rol de Vivian Kent, pues le ha facilitado analizar sus experiencias como niña actriz y el motor detrás de las preguntas de la prensa sobre su pasado tempestuoso. En sus propias palabras:
Me ha ayudado a bajar mi actitud defensiva aunque sea un poquito: ser humana frente a otros humanos, (…) lo cual ha sido difícil, porque solía ser solo un producto a la venta.
Sana distancia
Ahora sé mucho más sobre lo que significa ser una niña a quien ponen a actuar. Cuando eres pequeña, simplemente le sigues el juego, pero puede ser muy dañino. Cuando entré a la universidad tuve esta epifanía luego de una pésima audición para un papel, en que me di cuenta que ‘ya no puedo más, no puedo hacer esto de nuevo’.
Anna tomó la decisión de alejarse del mundo del espectáculo principalmente porque le estaba causando malestar y ansiedad. El espacio que se pudo procurar al alejarse de las pantallas lo empleó para continuar con su educación y dedicar su vida a algo más.
Cuando era joven, estaba a la venta
Los años que me alejé (de los reflectores) definitivamente me dieron perspectiva; ir a la universidad fue mi primer acto de independencia e ilustración, preguntándome qué era lo que yo quería, tomando mis propias decisiones; en algún lugar debes comenzar, aun si (como yo) no pudiste empezar a la edad óptima.
Buscar nuevos horizontes le ayudó a tener una nueva visión de su vida y a mejorar como persona, obteniendo su licenciatura en Artes en Estudios Internacionales y dedicándose luego a la industria editorial como revisora de datos de la evaluadora de restaurantes Zagat y luego como asistente editorial en la división de obras de ciencia ficción en HarperCollins.
Regreso a la actuación
Finalmente, luego de probar otras posibilidades, Anna regresó a la actuación completando un curso de entrenamiento formal en la escuela de actuación Atlantic, en Manhattan.
Con apariciones aquí y allá, en La Ley y el Orden, 30 Rock y Cupido de la ABC, entre otras, la actriz retomó su carrera en la actuación en 2007, hasta llegar a coestelarizar la sátira política de la BBC In The Loop (2009), adquiriendo renombre por su trabajo en diversas series y proyectos televisivos hasta su aparición clave en Inventado a Anna.
Reinventando a Anna… Chlumsky
Mucho más inspiradora que la carismática criminal protagonista de su último proyecto y mucho más completa como actriz que durante su primera aparición en cine, Anna logró reinventarse luego de tener su crisis de vida, que venía cocinándose desde muy temprana edad. La actriz ha conseguido, por su propio mérito y voluntad propia, destacar nuevamente en el mundo de la actuación.
Con múltiples reconocimientos a su trabajo entre miembros del gremio (entre otros, múltiples nominaciones a los Emmy) y el público, la actriz oriunda de Chicago tiene bastante futuro delante de ella como para que se preocupe por sus, a veces, según ella misma, fastidiosos y penosos inicios. Aún le faltan grandes cosas por hacer y a nosotros por ver.