Las bodas son un momento de alegría, una celebración del amor y la unión entre familias, pero los viejos rencores, el exceso de alcohol y no saber controlar las emociones pueden desencadenar en una batalla en la que incluso los protagonistas del evento terminen golpeados y en la cárcel.
Claire Goodbrand, de 26 años, se casó con Eamonn Goodbrand, en Bathgate, Escocia, pero en un momento todo cambió y se convirtió en una pelea que culminó con el arresto de la pareja e incluso del padrino. En lugar de una bonita luna de miel, se la pasaron separados por los barrotes de sus celdas.
Al parecer, todo iba bien. Se realizó la ceremonia y todos festejaban en un lugar llamado The Vu, pero cerca de la medianoche, la mamá de la novia, Cherry-Ann Lindsay, su pareja y una amiga decidieron retirarse y llamaron un taxi cuando, de pronto, su propia hija la atacó.
Era poco después de la medianoche cuando decidimos llamar a un taxi y todos salimos. David, mi compañero, se estaba quedando atrás y volvimos a buscarlo. Lo siguiente que pude ver fue a él cayendo al suelo. Yvonne (su amiga) fue a tratar de quitárselos (al novio y al padrino) de encima y dijo que estaban tratando de sacarle un ojo.
-Cherry-Ann
Claire me arrastró del pelo por medio metro y me estaba golpeando con su zapato. Luego me agarró y me estranguló. No podía respirar. Pensé que iba a morir. Podía escuchar a Yvonne gritar: ‘Claire, suelta a tu madre. La vas a matar’. Más tarde me dijo que se sentía terrible tirando del cabello de mi hija. Pero me dijo: ‘Tuve que hacerlo porque si no la hubiera arrastrado, ella te habría matado’.
Cuando la policía llegó, todo era un caos y de inmediato señalaron a la novia, el novio y el padrino como los responsables de todo lo sucedido, por lo que los esposaron y se los llevaron a la cárcel. Eso sí, en celdas separadas, así que no fue la noche de bodas que habían soñado.
Estos tres salieron de la cárcel, pero el proceso sigue, sobre todo en el caso de Claire, a quien se le acusa de haberse quitado los zapatos y atacar a su madre con el tacón, además de intentar estrangularla. Ella se declaró culpable de agredir a su progenitora, pero no aceptó los cargos de lesiones graves que se le imputaban.
Al revisar los videos de seguridad, los abogados de los supuestos agresores trataron de demostrar que lo sucedido no fue tan severo como aseguran. Además, el novio, quien es peleador profesional, mostró las heridas en su cabeza y aceptó que junto al padrino golpearon y patearon a David en la cabeza y el cuerpo. Por si fuera poco, trataron de introducir sus pulgares en sus ojos.
No sabemos los motivos de la conducta violenta, pero lo que sí es cierto es que estos tres tendrán que responder por lo sucedido, ya sea con trabajo comunitario, multas o incluso la restricción de la libertad utilizando un dispositivo electrónico de toque de queda. Ya veremos qué es lo que define el juez del caso.