De acuerdo a informes de las autoridades de Fukuoka, Japón, Kane Tanake, considerada la mujer más longeva del mundo, murió el 25 de abril de 2022 a sus 119 años. La centenaria destacó en vida por su personalidad, así como por su actividad física y mental. En más de 100 años de vida, la mujer pudo ver los cambios globales, desde los sociales hasta los tecnológicos.
Nació el 2 de enero de 1903, en la aldea de Wajiro, hoy desaparecida y ocupada por el barrio de Higashi-ku, en la región de Fukuoka. En ese mismo año, los hermanos Wright volaron por primera vez y en los laboratorios, Marie Curie anotaba las exploraciones con el radio que la llevaría a ser la primera mujer en ganar un Premio Nobel. Además, se estrenó Momijigari, la película japonesa más antigua que se conserva.
La vida de Kane tuvo momentos sorpresivos y duros desde que nació. Fue la séptima hija de un matrimonio que se enfrentó al nacimiento de una niña que llegó al mundo por parto prematuro. Sus padres nunca se imaginaron que su hija fuera a aferrarse a la vida hasta convertirse en la persona más vieja del planeta.
A los 11 años, Kane pudo ver el fin de la era Meiji cuando Japón se involucró en la Primera Guerra Mundial. Más tarde, a sus 19 años, consumó un matrimonio arreglado con su primo Hideo Tanaka. Su unión de vida tuvo dos hijas y dos varones, pero la desgracia azotó el hogar de los Tanaka, pues su hija mayor murió al poco tiempo después de nacer. Su segunda hija, nacida en 1946, murió cuando solo tenía un año. La pareja también adoptó a la hija de la hermana de Hideo, pero esta falleció a los 23 años.
Sus hijos varones se mantuvieron con vida hasta la vida adulta. Uno de sus hijos, al igual que su esposo, se enlistó en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y fue capturado, pero logró su liberación en 1947. Hideo participó en la armada y antes de irse, pudo fundar con su esposa una tienda de udon, negocio que le permitió a la familia alimentarse y llevar un vida satisfactoria.
Mientras tanto, su otro hijo, Tsuneo, estudió Economía en la Universidad de Meiji y en 1970 fundó su propia empresa: Tanaka Co, dedicada a la maquinaria de la industria del papel. Al igual que sus padres, siguió la tradición familiar y se casó con su prima. Al parecer, Tsuneo, con más de 70 años, continúa con la misma vitalidad que tuvo su madre.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el estilo de vida japonés se vio ampliamente influenciado por la ocupación estadounidense en la isla. El cristianismo comenzó a volverse popular y Kane fue una de los muchas personas que lo adoptaron como religión. Por otra parte, la mujer siguió trabajando hasta sus 63 años, en 1966, cuando pudo jubilarse y poco después viajar a Estados Unidos a visitar a algunos familiares.
Kane vivió una vida relajada, hasta que en 1993, la desgracia volvió a llegar a su hogar, tomando la vida de su esposo, quien murió a sus 90 años. La pareja había estado en matrimonio por más de 70 años y sin Hideo, la vida para Kane no sería la misma. El tiempo no perdona y cada vez era más difícil para la japonesa valerse por sí misma, por lo que se mudó a un asilo en Higashi-ku, en la misma zona donde siempre vivió.
A lo largo de su gran recorrido, las enfermedades también fueron duros enemigos a vencer. En el libro In Good and Bad Times, 107 Years Old (En los buenos y malos tiempos, 107 años), escrito por Tsuneo y su nuera, Kane recordó cómo luchó contra una infección de fiebre paratifoidea cuando tenía 35 años. A los 45 años, llevó un tratamiento para combatir el cáncer de páncreas, el cual pudo mantener a raya.
Kane siguió siendo una persona muy activa hasta el final de su vida. En la residencia siempre estaba dispuesta a jugar Othello con los otros residentes y era tan obstinada que no se retiraba de la mesa hasta conseguir la victoria. Otros de los factores que ella atribuyó a su longevidad es el cariño de su familia, dormir bien y vivir siempre con esperanza. Le sobreviven cinco nietos y ocho bisnietos.
En cuanto a su dieta, Kane no tuvo problema para consumir ningún platillo. Mientras que otras de sus contemporáneas dicen beber té verde, y seguramente también ella lo hacía, ella tuvo un gusto por las bebidas energizantes y bebió alrededor de tres latas diarias de café, cola o similares. Aunque la abuelita confesó que su comida favorita eran los dulces.
De esta manera, en 2019, la mujer que vivió durante cinco eras distintas en Japón, sobreviviente del cáncer, de dos guerras mundiales y la pandemia de covid-19, entre otras cosas, pudo recibir el Récord Guinness por ser la mujer más longeva del mundo, manteniéndose lúcida estudiando matemáticas y poesía. Cuando le preguntaron en qué momento fue más feliz en su vida, ella respondió: “Ahora”.
Kane fue una de las seleccionadas para mover el fuego olímpico en el paso del pebetero por Fukuoka en las Olimpiadas de Japón 2020, pero desistió de la invitación para evitar exponerse al virus de covid-19, que azotaba duramente a Japón durante 2021, cuando se realizó la justa deportiva.
Estaba deseando ver a Kane en el Día del Respeto a los Mayores de este año (una fiesta nacional en septiembre) y celebrarlo juntos con su refresco y chocolate favoritos. Me entristece enormemente la noticia.
—Gobernador de la prefectura de Fukuoka