Por muy sonrientes que se muestren, los banqueros están en su negocio y no sueltan el dinero tan fácilmente una vez que le ponen la mano encima. Así, cuando la necesidad humana se topa con la burocracia insensible, situaciones extremas y extrañas llegan a ocurrir.
El 14 de septiembre, en Líbano, Sally Hafez, auxiliada por los activistas del grupo Depositors’ Outcry (DO), que significa algo así como “Protesta de los depositantes”, asaltó al banco BLOM Bank armada con un arma de juguete. Lo único que exigía era que le dieran su dinero, que le habían negado antes en la institución bancaria libanesa. La mujer logró acceder a 13 mil dólares de los 20 mil que le retenían, pero podría enfrentar cargos criminales por su “retiro” poco convencional, por lo cual ahora se está escondiendo de las autoridades.
El asalto
En el video del asalto que se volvió viral, Sally Hafez entra al edificio de BLOM Bank mientras hombres que la acompañan, presuntamente perteneciente al movimiento activista DO, clausuran la entrada al banco y, acto seguido, ella saca su arma de juguete (bastante realista).
Amagando a empleados y manteniendo cautivos a otros usuarios, empleando el arma falsa como amenaza, la mujer libanesa logró hacerse con 13 mil dólares antes de huir junto a sus achichincles, con el “botín” retirado de su propia cuenta bancaria.
Sus motivaciones: sí tenía las agallas
Según dicen diversas fuentes, Hafez se encontraba en una situación desesperada, pues su hermana sufre de cáncer y su tratamiento requiere grandes cantidades de dinero. Cuando trató de retirar de su dinero para pagar, chocó de frente con la burocracia del banco, que le informó que solo podía retirar 200 dólares en libras libanesas al mes.
Eso no era ni de lejos suficiente para mantener con vida a su hermana, así que Hafez rogó al administrador por ayuda, explicando su situación, pero sus súplicas cayeron en oídos sordos. Por ello buscó alternativas, pero al haber vendido sus pertenencias personales, decidió que no tenía nada que perder y se lanzó a la acción. Luego de “retirar” 13 mil de sus 20 mil dólares, la asaltante se escondió para evitar ser arrestada.
No es la única
Aunque podría sonar a un asunto raro y aislado, la verdad es que la crisis económica y la falta de solvencia en Líbano ha orillado a mucha gente a reclamarle a los bancos el “secuestro” de sus ahorros, llegando a tomar medidas similares a las adoptadas por Hafez.
Protestas y “asaltos para recuperar” lo retenido por los bancos se han vuelto el pan de cada día en Líbano, donde no se tiene mucha confianza en que las autoridades puedan rectificar el curso de la economía.
“Ladrones”… ¿los héroes del pueblo?
A pesar de la violencia desatada por los usuarios desesperado por las trabas que le ponen los bancos al acceso a su ahorros, en general, el pueblo de Líbano (tres cuartos del cual vive en la pobreza) ha visto con buenos ojos que los usuarios “asaltantes” recuperen sus ahorros por la fuerza, igualándolos a modernos “Bonnie y Clyde”. Tan solo el 9 de septiembre hubo cinco robos de ese tipo en el país, llevando el total de esa semana a siete.
Estos “robos de los depositantes” han puesto en jaque a la élite bancaria del país, cuya divisa (la libra libanesa) se ha desplomado por tres años consecutivos (coincidiendo con la crisis de la pandemia). El consenso general es que “los naqueros son los verdaderos ladrones” y que “el gobierno no está dispuesto a solucionar la situación, solo protege a los ricos”.
Depositors’ Outcry
Los bancos libaneses han estado manteniendo cautivos depósitos en dólares, permitiendo a sus legítimos dueños el retiro de pequeñas cantidades y solamente en libras libanesas, con un tipo de cambio muy inferior al real. Esto ha disparado el descontento de la población y disparado las tasas de crimen. En ese contexto aparece el grupo de protesta DO.
Aparentemente, este grupo, además de haber ayudado a Sally Hafez a “liberar” su dinero para salvar a su hermana, parece estar involucrado en la organización de las protestas e “irrupciones” en los bancos. DO ha advertido que “habrá más allanamientos” y que “en caso de cerrar los bancos, entraran directamente a las casas de los banqueros”.